De acuerdo con la delegación Federal de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), hasta 2013, que es el último dato registrado, el estado ocupó el segundo lugar nacional con menor índice de trabajo infantil, mientras que a nivel nacional la cifra se ubicaba en 2.5 millones de niños entre cinco y 17 años, en el estado se registraron 21 mil 374.

Durante ese año la media nacional se ubicó en 8.6% de la población de menores de edad, mientras que Querétaro registró 4.2% y Chihuahua 3.1%, lo que lo posicionó como el estado con menor índice de trabajo infantil. En contraste los estados con mayor ocupación infantil son: Colima, Guerrero, Puebla, Guanajuato y Nayarit.

En 2002, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) instituyó el primer Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el cual se conmemora el 12 de junio, para exponer esta problemática que afecta a niñas y niños alrededor de todo el mundo y que, en muchos casos, implica las peores formas laborales.

El objetivo de la fecha es fomentar la lucha contra este flagelo, en tanto representa un obstáculo para los derechos de niñas y niños, a quienes priva de la educación, la salud, la recreación y las libertades elementales.

En México, se prohibe que los menores de 15 años realicen una actividad laboral remunerada sin la autorización de los padre, quienes deben acudir con las autoridades correspondiente a tramitar un permiso temporal para que lleven a cabo su trabajo, principalmente durante el periodo vacacional, ya que se busca evitar la deserción escolar a consecuencia de tener un empleo.

Los resultados del Módulo de Trabajo Infantil 2013, de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), registraron que 8.6% de las niñas de 5 a 17 años realizan una actividad económica, es decir, forman parte de la población ocupada: 36.0% no asiste a la escuela y la proporción restante, 64.0%, combina trabajo y estudio; 2.4% no tienen escolaridad; 38.7 y 48.1% cuentan con algún grado de primaria o secundaria, respectivamente.

A nivel nacional, siete de cada 10 niñas o niños y adolescentes ocupados de 5 a 17 años, que representa el 68.9% reside en zonas menos urbanizadas, situación que sumada al bajo nivel de instrucción con que cuentan, condiciona el tipo de ocupación que desempeñan: 55.4% son trabajadores en actividades elementales y de apoyo; 20.4% comerciantes, empleados en ventas y agentes de ventas; 9.0% son trabajadores en actividades agrícolas, ganaderas, forestales, caza y pesca; 5.1 son trabajadores en servicios personales y de vigilancia.

La dependencia informó, por medio de un comunicado, que las consecuencias de que los menores de edad trabajen son que se violen sus derechos fundamentales; la limitación en el desarrollo físico, psicológico, mental y social de niñas, niños y adolescentes, porque están sujetos a condiciones de esfuerzo, tensión y responsabilidad inadecuados para su edad.

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