Morirse resulta caro para los familiares del fallecido. Los gastos llegan a ser hasta de 18 mil pesos, entre pago de funeraria, proceso de embalsamado, flores y trámites administrativos.
De acuerdo con una investigación realizada, los costos se reducirían si los ciudadanos compraran paquetes de previsión antes de su muerte.
Para este año las tarifas para defunciones en la capital queretana, de acuerdo con datos del registro civil, son las siguientes:
Por la elaboración de un acta de defunción en días hábiles se cobran 77 pesos, si es en un día feriado o en domingo (que es considerado como inhábil), el costo del acta se incrementa hasta lo 230 pesos.
Para que una familia pueda obtener un permiso de inhumación o entierro, los costos varían de acuerdo con el panteón y el precio va desde los 115 pesos hasta los mil 918 pesos.
Los panteones más caros son el Cimatario, donde el cobro es de mil 918 pesos, mientras que el panteón de San Pedro Mártir, el costo es de mil 151 pesos.
En el panteón de Santa Rosa Jáuregui se cobran mil 151 pesos, pero sólo si la familia requiere el paquete completo, es decir, todos los servicios funerarios.
Para realizar el sepelio en el panteón Hércules, ubicado en Villa Cayetano Rubio, el costo es de 230 pesos; mientras que en los de Pintillo, Buenavista y Jofre, el pago que realiza la familia del fallecido es de 115 pesos.
También en la dirección del Registro Civil se realiza el pago por el permiso de cremación. En caso de que la familia del difunto decida esta opción para darle el último adiós a su familiar.
Para llevar a cabo la cremación de cadáver, restos áridos o extremidades, el cobro es de 169 pesos. En temporada de campaña para la cremación de restos áridos con temporalidad vencida, el costo disminuye a 77 pesos.
Por un permiso de exhumación, es decir, desenterrar a los restos, en los panteones Cimatario y San Pedro Mártir, el costo es de 230 pesos, mientras que en otros es de 115. También se cuenta con tarifa especial para las campañas que realiza el municipio y cuesta 77 pesos.
Las flores
En el caso de las flores que se colocan en las ceremonias luctuosas o fúnebres para honrar a los muertos, los precios varían de acuerdo al establecimiento, mercado o zona de la ciudad en las que se compren y el arreglo a elegir.
“Hay coronas de 400 a 700 pesos, de acuerdo con la flor barata o fina que se quiera colocar”, manifestó la encargada de una florería en los alrededores del panteón Cimatario, Marina “N”. También se cuenta con los cubre féretros, que en general cuestan de 500 a 800 pesos “los baratos, según la cantidad de flores que quiera el familiar”.
Expresó que hay familias que piden los adornos en formas de cruces que, en su mayoría, llevan rosas, una flor conocida como nube, flores blancas y algunas hojas o follaje verde para que luzca aún más el arreglo. “Es para poder rendir tributo u honor al difunto”. Este tipo de adornos van desde 800 hasta mil 500 pesos.
Los arreglos más comunes y utilizados son los de “condolencias” que compran familiares, amigos y conocidos del difunto para adornar la tumba, el cuarto de velación o el espacio donde “descanse” la persona. Estos arreglos florales cuestan desde 50 pesos hasta los 250 pesos. Su precio “varia por el tamaño y la frescura que se quiera en las flores”.
“Hay flores que ya tenemos de días, que aunque no están feas pues ya no duran igual en la tumba y menos si no se les echa agua y se les cuida. También tenemos arreglos muy grandes o con flores de colores o algún adorno que prefiera el familiar”, expresó Marina.
La funeraria
Pese a todos estos gastos, aún falta contar los servicios funerarios particulares, es decir, los que contratan los familiares para poder llevar a cabo actos como velación, el sepelio, el embalsamado de los difuntos, entre otras cosas.
Lidia Hernández, encargada de una funeraria en el Centro Histórico, consideró que desafortunadamente no se tiene la cultura de comprar paquetes funerarios con antelación y al momento de la muerte los familiares, sin contar con dinero ahorrado, solicitan los servicios funerarios más baratos.
Explicó que el paquete básico va de los 10 mil a los 12 mil pesos y considera el traslado del cadáver, el arreglo estético del difunto y los candelabros, el ataúd metálico o madera, café y galletas para las personas que acompañen a la familia y una noche de velación del cuerpo, en la casa o en la funeraria y asesoría en trámites.
“Todo los trámites que se tienen que realizar, en el momento de su dolor por la pérdida, son realizados con la compañía de la funeraria para que no tengan problemas y puedan sentirse acogidos”, indicó Lidia Hernández.
Refirió que en el caso de que los familiares requieran que se embalsame el cuerpo para que perdure más tiempo y se pueda retrasar el entierro o la cremación o para poder trasladarlo a otro estado del país, o simplemente requieran este proceso porque la persona falleció de cáncer “pues se acelera la descomposición”, el costo es de 3 mil pesos.
“Este es un proceso muy diferente en el que se utilizan muchos químicos y por eso es que tiene un costo aparte. Con esta acción se logra que el difunto dure un poco más y se pueda esperar a los familiares que vienen de fuera para que le den el último adiós”, comentó.
En el caso de las urnas para las personas que deciden cremar a sus familiares, una vez fallecidos, cuestan desde 800 pesos hasta los mil 500, ya sea de madera o de mármol que es lo que más se utiliza. En caso de que las urnas sean más detalladas o elaboradas, el costo incrementa.