La falta de madurez y miedo a mantener un compromiso, son los principales factores que influyen para que en la actualidad los jóvenes quieran, más allá de formalizar un matrimonio tradicional, llevarlo al ámbito meramente informal, a través de la unión libre, consideró el psicólogo y secretario del Patronato Psicológico Querétaro (PsyQue), Fernando Medina Hernández.
De acuerdo con información publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el estado de Querétaro, en 2010, seis de cada 10 personas de 15 años estaban casadas o en unión libre.
En este sentido, 46.3% de la población de 15 años o más, está casada; y 12.6% en unión libre; mientras que en edades más avanzadas, de 30 a 60 años o más, predomina la población casada o en unión libre.
De igual forma, el INEGI destacó que en la entidad, como parte de los cambios demográficos, la población femenina ha postergado su primera unión. En 1995 la edad promedio era de 20.4 años, un año menos respecto al año 2005.
Asimismo, y con base en la encuesta realizada a jóvenes queretanos, entre 26 y 35 años, sólo uno de ellos, de sexo masculino, aseguró estar casado desde hace cuatro años, porque cree en el compromiso real, por lo cual nunca contempló la posibilidad de estar con su pareja en unión libre.
“Creo en el compromiso, en la unión para toda la vida, y es por eso que creo que para poder tener una mayor certeza en los diferentes ámbitos y que mis hijos también la tengan, es mejor estar casado”, dijo Alejandro Caballero, de 31 años de edad.
Por su parte, Mabel Ortiz, de 34 años de edad, comentó que desde hace cuatro años decidió establecer una relación en unión libre con su pareja, con quien actualmente tiene un hijo. Para ella, un papel no es garantía de un buen matrimonio.
Esta misma opinión la comparte Georgina Palacios, de 26 años de edad, quien aseguró que en un futuro y en caso de establecer una relación, ésta será en unión libre. “Nada garantiza que va a funcionar ese compromiso, además de que últimamente no son duraderas las relaciones”.
En este sentido, el especialista y psicólogo Fernando Medina aseveró que actualmente los valores como el matrimonio y la vida en pareja, con el paso de los años se han desvalorizado, lo cual se puede constatar con las cifras de divorcios que se han disparado en la entidad.
“Los jóvenes están expuestos a esta realidad, tienen miedo a las consecuencias sociales, legales y emocionales y lo que cuesta económicamente hablando un divorcio; entonces al conocer todo esto, no se les antoja tener una relación de pareja en matrimonio”.