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En el marco del Día del Cartero y del Empleado Postal, celebrado cada 12 de noviembre, la encargada de la oficina de administración de correos en la Sierra Gorda, Nuria Vega Uribe, continúa trabajando con optimismo, ya que asegura que a pesar de los avances de la ciencia y la tecnología, los serranos siguen comunicándose a través de las cartas, además del envió de artículos por medio del servicio postal.
“El procedimiento es que el servicio de correspondencia llegue correctamente a los domicilios, esta oficina tiene 103 años, en el edifico actual que estamos, hemos encontrado datos que arrojan que desde 1914 se ocupó este inmueble a un costado de la Misión de Jalpan de Serra, como lo acredita la documentación con que contamos en nuestros archivos”.
Lo que recibe principalmente esta oficina, son cartas de la unión americana, “la gente de la sierra sigue usando la correspondencia, siguen escribiéndose, nosotros lo vemos, a pesar del internet y de la tecnología actual este proceso de envíos, tanto de paquetes de entrega, sigue funcionando en este lugar”, comenta.
La oficina de correos de la Sierra Gorda lleva una minuciosa supervisión, para verificar el tipo de productos que llegan y que se envían, “hay artículos que no se pueden enviar, como líquidos, pero contamos con un proceso de certificación para que todo lo enviado sea legal, el monto fluctúa para mensajería, de un estado a otro o de un municipio a otro, pero un estándar es de ciento dos pesos”.
Nuria Vega hace su trabajo “con profundo amor”, ve la felicidad de la gente, y, sobre todo, de sus compañeros carteros, quienes forman parte de la historia contemporánea, y que siguen vigentes, “estoy muy contenta de pertenecer a este oficio, ya que convivo con los carteros, la gente me saluda y me agradece que le llevemos su carta, o bien algunos artículos que les envían sus familiares, trabajamos incluso los sábados, ya que se sigue utilizando el servicio postal”.
La oficina de correos ha comenzado a expandirse a otros municipios por solicitud de la población, “estamos tratando de acercarnos mucho más a las comunidades, la gente los sigue solicitando, y se abrirán más oficinas tanto en Pinal de Amoles, como en Landa de Matamoros; esto habla de la confianza en el servicio y de una costumbre que esté muy presente en nuestros habitantes”, consideró la encargada de esta importante dependencia del gobierno federal.
Susana Cortéz, acude cada sábado a recibir noticias de su esposo Javier, que se encuentra preso en Estados Unidos, “mi viejo no sabe eso de la computadora y el único puente de comunicación con él es por este medio; no hay teléfono en el rancho, así que la única forma de saber de él es escribiéndonos. Lo agarró la migra y dice que pronto saldrá de la cárcel”.
La señora Dolores Olvera, dice que su esposo le pidió matrimonio por carta, y que de esta manera concertó una cita con sus padres para arreglar el tema de la boda, “en aquellos años, así eran las cosas, sólo por carta podíamos hacernos novios, ahí nos platicábamos nuestros asuntos y así fue como me case. Era una emoción muy grande recibir noticias del amor de mi vida”, recuerda doña Lolita.
El cronista de Jalpan de Serra, Roberto Berrones Montes, dice que la población continúa utilizando este servicio, ya sea por costumbre y por la falta de acceso a la tecnología.
“Las generaciones se han modernizado, principalmente con el uso del internet, pero estamos en una zona con altos grados de emigración, y por otro lado se requiere llevar el internet a zonas marginadas; pero el hecho de que todavía la gente se escriba, nos habla de un arraigo importante, sobre todo en la conservación de costumbres y de una forma de vida, la cual hace difícil la adaptación a los nuevos tiempos”.
