Benigna González Juan, indígena originaria del barrio Loma Bonita, comunidad del Varal del municipio de Amealco, es una de las 44 mujeres que se graduaron del curso en plomería que impartió la CEA el año pasado.

Asegura que lo aprendido ha sido de mucha utilidad no sólo en su hogar o dentro de su familia, sino incluso dentro de su comunidad para orientar a sus vecinos sobre qué hacer en caso de fugas del vital líquido, cómo cambiar una llave de agua, del baño incluso poner o quitar un tinaco.

Por ello ante los resultados que arrojó el curso de capacitación para mujeres en plomería impartido en el año pasado, la Comisión Estatal de Aguas (CEA) proyecta implementar durante 2013 un nuevo taller, la meta al té rmino del año es habilitar a 200 mujeres en el oficio, informó el vocal ejecutivo de la dependencia, Habib Wejebe Moctezuma.

El 19 de julio del 2011 se firmó un convenio marco de colaboración entre gobierno del estado y el Programa de Desarrollo Sustentable de las Naciones Unidas para el Desarrollo en México (PNDU) para la implementación de nuevos planes a favor de la mujer queretana.

Este convenio permitió que durante el año pasado la CEA, en coordinación con el Instituto Queretano de la Mujer (IQM) y el PNDU, impartieran por primera vez un curso de capacitación a mujeres queretanas para realizar trabajos de fontanería.

Al curso cuyo objetivo fue fortalecer las capacidades y la creación de habilidades sobre plomería entre el género femenino, así como elaborar un programa estratégico para la incorporación de la perspectiva de género, se inscribieron 55 mujeres y se graduaron 44.

Para el presente año, explicó el vocal ejecutivo de la CEA se tiene proyectado capacitar a 200 a partir de marzo próximo.

Explicó que la inversión que se aplica es relativamente baja, comparada tanto con los beneficios como las ventajas económicas que genera que una mujer en el hogar tenga conocimientos básicos en cuestión de plomería, considerando que son quienes más tiempo pasan en la casa.

Benigna González Juan comentó que cuando la invitaron a tomar el curso compañeras de su comunidad, la criticaron y le dijeron que una mujer nunca podría hacer un trabajo de ese tipo, ya que eso sólo era para hombre.

Hoy Benigna no sólo es capaz de no requerir los servicios de un plomero en su vivienda, sino que capacita a otras mujeres del lugar donde radica y también a hombres y jóvenes, que al verla, se han acercado para asesorarse.

“Tomé el curso de la plomería, estoy agradecida porque se me dio esa oportunidad, me ha servido mucho porque nunca me imaginé que podría aprender la plomería, nunca tuve la idea de que iba a poder tener esa herramienta para labor de la familia, de lo que se necesita, estoy orgullosa, una compañera me decía que no iba a aprender porque era algo nada más para los hombres, ahora me doy cuenta que las mujeres podemos hacerlo, aprender y llevar esa gran enseñanza a las compañeras”, explicó.

Comenta que antes, cuando veía una fuga de agua, la dejaba así, primero porque no tenía dinero para contratar a un plomero y segundo porque no sabía qué hacer, le daba miedo meter mano, con el curso recibido Benigna, ahora puede cambiar empaques, llaves, hasta colocar un tinaco y lo más importante conoce la calidad del agua que llega a su comunidad.

Los conocimientos adquiridos en el taller, le han permitido que actualmente ofrezca pláticas en tres comunidades de su región que llegan a un promedio de 380 personas, así como un ahorro importante en el consumo del servicio en su hogar. “Como antes tenía muchas fugas, mi recibo me llegaba de 80 a 90 pesos, hoy estoy pagando entre 30 o 35 pesos al mes”.

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