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Quince madres de la colonia La Loma IX explicaron que las condiciones de las instalaciones del kínder de la comunidad son deplorables, ya que la falta de drenaje y piso firme ha ocasionado que las enfermedades como gripe y diarrea ataquen a sus hijos con frecuencia.
La principal solicitud al gobernador del estado, José Eduardo Calzada Rovirosa, es enfocada a que se dote de piso firme el patio del kínder, así como que se instale el drenaje, ya que la cisterna que hace las veces de contenedor se llena con rapidez. Por ello el comité de padres tiene que pagar una pipa para que desazolve el contenedor y así hacer posible la operación de los sanitarios que son utilizados por los menores.
“Queremos —además— un arco techo para los niños para que el sol y la tierra no les hagan daño; hoy casi los niños no vinieron porque la mayoría están enfermos de gripe o de diarrea; mis hijos se me han enfermado mucho de esto, los lleve al Seguro Popular pero no me atendieron bien y los tuve que llevar a otro doctor donde me cobraron las medicinas”, lamentó Lidia Jaime Salazar madre y tesorera del kínder.
Manifestó que el intendente que se encarga de realizar la limpieza en la institución educativa es pagado por los padres, ya que las personas de los comités anteriores encargadas de recaudar dinero desaparecieron con todos los recursos con los cuales debía operar la escuela.
De la misma forma, las madres señalaron que lo poco que tiene la escuela para la educación de sus hijos ha sido robado, ya que los límites del kínder sólo están cercados con malla metálica; lo que provoca —dijeron— que sea fácil el ingreso de los ladrones.
“Para poder pasar la pipa que desazolva la cisterna tenemos que tirar la parte trasera de la valla, además que al hacer eso estamos invadiendo propiedad privada, un día Dios no quiera nos metemos en problemas por hacer esto, todo porque nuestros hijos estén bien; porque los baños no se pueden usar se tapan con facilidad”, indicó.
Para las madres manifestantes hay además otro problema, pues la maleza que prolifera dentro de la escuela —aseguraron— es nido de alacranes, que ponen en riesgo la integridad de cada uno de los niños.
Nosotras ya habíamos entregado dos oficios y nada más nos traían vuelta y vuelta para que nos resolvieran el problema, “sólo se nos dono pintura para la escuela pero eso no garantiza la salud y el bienestar de nuestros hijos”, aseveró.
Lidia Jaime Salazar lamentó que para que sus hijos sean admitidos a kínder se les está pidiendo mil pesos con el argumento de que se debe a la reforma educativa.