En menos de una hora y por unanimidad, la Asamblea Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) aprobó el dictamen que —entre otras reformas internas— abre los candados para que ciudadanos simpatizantes puedan ser candidatos a cargos de elección popular, entre estos, la Presidencia de la República.

Del mimsmo modo, el partido avaló prohibir que un priísta que llegó a un cargo de manera plurinominal participe en la siguiente elección como candidato por la misma vía.

La lectura del dictamen, analizado hace un par de días en cinco mesas temáticas, fue dispensado en la Asamblea Nacional realizada ayer en el Palacio de los Deportes. A mano alzada, los más de 10 mil delegados avalaron los cambios en la ruta que seguirá el tricolor rumbo a 2018.

Los cambios más trascendentales se aprobaron en los estatutos del PRI. Como representante de ese eje temático, el vicecoordinador del PRI en la Cámara Baja, Jorge Carlos Ramírez Marín, explicó que con esa reforma se da oportunidad para que los ciudadanos simpatizantes del partido puedan acceder a candidaturas, por lo que el requisito de 10 años de militancia para un candidato fue eliminado.

También determinaron que cualquier militante que haya llegado a un cargo de elección popular por la vía plurinominal en la siguiente elección deberá buscar el voto por tierra y no podrá participar como candidato plurinominal. El objetivo de la llamada reforma contra chapulines, es que el candidato o candidata deberá recorrer el territorio y convencer directamente a los electores. Asimismo, una de cada tres candidaturas sea para jóvenes.

En materia de ética y rendición de cuentas —dictamen leído por la senadora Graciela Ortiz—, se aprobó crear un código de ética y una comisión de ética que llamará a cuentas a los funcionarios durante el ejercicio de sus cargos. Además, se fortalece la Comisión de Justicia Partidaria, a fin de prevenir que un priísta le falle a su partido, y para sancionar oportunamente a quienes traicionen al PRI.

Para todos los candidatos y candidatas será obligatorio presentar antes de su registro su declaración patrimonial, de impuestos y de posible conflicto de interés. El PRI fijó también un nuevo procedimiento de rendición de cuentas para que ningún militante jamás le falle a la sociedad ni al partido.

Sobre la visión de futuro en el PRI —texto presentado por el ex dirigente priísta Manlio Fabio Beltrones—, se avaló hacer coaliciones electorales con los partidos con los que existe identificación ideológica. El presidente electo priísta en 2018 también podrá firmar coaliciones de gobierno, en su momento, con el objetivo de garantizar la gobernabilidad democrática.

Asimismo, colocaron la educación como el eje transversal de las políticas públicas en el país, apoyan que se inviertan mayores recursos para la infraestructura física educativa y la capacitación y los salarios a las maestras y los maestros del país.

Sobre la declaración de principios —eje expuesto por la diputada federal, Verónica Martínez—, se aprobó que no habrá Juanitas ni simulaciones, puesto que se buscará una participación objetiva y responsable para las mujeres en 50% de las candidaturas, con equidad de género.

También incorporaron las visiones de toda la República, de los distintos sectores y organizaciones para enriquecer la vida del PRI, además de pronunciarse a favor de la defensa y la protección de los derechos humanos y rechazar cualquier expresión de discriminación por razones de género, preferencia sexual, origen étnico o discapacidad alguna.

Por su parte, el senador José Francisco Yunes Zorrilla presentó el programa de acción, que resalta, en el plano internacional, estar decididos a reforzar las relaciones estratégicas de México en el mundo, así como renegociar los tratados comerciales con firmeza, poniendo primero los altos intereses de la nación.

El PRI resolvió defender con fuerza una política de Estado a favor de los derechos de los migrantes mexicanos en el exterior.

La visión de futuro y de programa de acción es que en el PRI se dará total impulso al desarrollo de la región Sur-Sureste, para que tenga mejores condiciones sociales, económicas y culturales, y promoviendo con determinación las zonas económicas exclusivas.

Tras las reformas estructurales aprobadas en administración del presidente Enrique Peña Nieto, el Revolucionario Institucional definió darles impulso y apuntalarlos de cara a las campañas electorales del próximo año.

En su dictamen subrayan que apuntalarán la consolidación de un sector energético que produzca bienes y servicios de calidad y a precios competitivos para el beneficio de todos los mexicanos. Un sector que reciba aún mayores inversiones y que genere más y mejores empleos.

En materia de educación, lo priístas la colocaron como el eje transversal de las políticas públicas del país. Pugnarán porque se inviertan más recursos para la infraestructura física educativa, así como la capacitación y los salarios de las maestras y maestros, “que son el orgullo de México”.

El partido también buscará consolidar un sistema de salud más integrado y eficiente, que ofrezca servicios de calidad y una estrategia preventiva en contra del cáncer, la diabetes, la obesidad y las adicciones.

El dictamen expresa que el Revolucionario Institucional va por una seguridad pública efectiva y un sistema de justicia más eficiente, con la profesionalización de las fuerzas de seguridad y con una coordinación entre los órdenes de gobierno que permita aprovechar las experiencias y las mejores prácticas de cada entidad federativa.

Asimismo, en la Declaración de Principios se comprometieron como un partido político socialdemócrata.

El texto, que reforma la ruta con la cual el tricolor llegará a las elecciones del próximo año, hace una mención especial a la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, además de un compromiso con la labor de los trabajadores, los obreros, los petroleros y con los campesinos.

Como parte de sus líneas de acción, el PRI definió que buscarán un México sin pobreza y con oportunidades para todas y todos por igual.

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