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El vocero de la Diócesis de Querétaro, Saúl Ragoitia, aseveró que el México actual se encuentra dolido y con sufrimiento a causa del deterioro social provocado en primera instancia, por la desaparición de los 43 normalistas. Sin embargo señaló, el país debe levantarse.
Comentó el llamado que han hecho los obispos de México, quienes derivado de la información emitida por la Procuraduría General de la República (PGR), respecto al caso de los estudiantes de Ayotzinapa, piden un basta a la corrupción, impunidad y violencia.
“Los obispos de México reiteramos nuestra cercanía y solidaridad a los padres, madres, familiares y compañeros de los 43 desaparecidos, estamos pidiendo a Dios que les de fortaleza en estos momentos de dolor y nos conceda que pronto quede esclarecido el paradero de sus hijos, hermanos y compañeros”, señala el escrito.
También se hace un llamado a las fuerzas políticas y a la sociedad en general a no lucrar con esta desgracia y a contribuir con responsabilidad a la creación de un México en el que la vida, dignidad y derecho de todo hombre y mujer, sean reconocidos, respetados, promovidos y defendidos.
En este sentido, Saúl Ragoitia señaló que es necesario que se ponga fin a todas las formas de violencia y actividades ilícitas, corrupción e impunidad, que están afectando no sólo la democracia del país, sino la vida social de las familias y la paz.
“Son fenómenos de ese deterioro moral que estamos viviendo, hay que unir la voz y que se pongan fin a ese tipo de manifestaciones que vienen a deteriorar o son expresiones del deterioro moral que vivimos y la voz de los obispos que hoy resuena y que de una manera enérgica dicen ya basta de la corrupción, frente a tantos acontecimientos tan sensibles para los mexicanos”, comentó.
Refirió que es momento en que la sociedad se empeñe en construir un país con honestidad, transparencia, con apego a la ley, una acción que dijo, debe ser conjunta, tratando de devolver a México los valores y servicios que ha perdido.
“Nos duele ver tanta injusticia, corrupción; ver estas masacres. Es un México que continuamente es golpeado por estas realidades, la resienten las familias, los jóvenes, mujeres, migrantes, se debe iniciar un proceso de sanación, donde el servicio y la vocación tiene que prevalecer con solidaridad, justicia, dignidad y que muchas veces omitimos”, aseveró.
