Dolor de cabeza y estrés son algunos de los padecimientos que comerciantes y transeúntes de la calle 16 de Septiembre, en el Centro Histórico de la capital de Querétaro, han sentido a casusa del ruido generado por las obras del programa “Querétaro sin baches”; además de percibir una disminución en sus ingresos de 30 a 90%.
Luis Manuel Rodríguez, trabajador de una zapatería ubicada en esta calle donde hay 39 comercios, asentó que padece de problemas auditivos, lo que —aunado a la contaminación sonora de la obra— deriva en dolor de cabeza y estrés.
“Es un poco molesto, lo que pasa es que en mi caso tengo problemas con el oído y no escucho muy bien y este ruido me lastima. A veces me da dolor de cabeza o estrés”, indicó.
En tanto, en una tienda de ropa —ubicada sobre la misma arteria— esta situación ha significado posibles malentendidos con los clientes, ya que el estruendo de las máquinas de trabajo fuerzan a elevar la voz:
“Es que no oímos a la gente que nos pregunta algo y tenemos que gritar y pues es molesto; hasta es una falta de educación tanto para el cliente como para nosotros porque tenemos que hablarnos fuerte y tiende a prestarse a malas interpretaciones”, manifestó Alma Laura Arriaga.
Alma es la encargada de una tienda de ropa, donde las ventas se han visto reducidas a causa del polvo y del ruido.
“Sin mentirte, han bajado (las ventas) 90%; el otro miércoles vendimos nueve vestidos y hoy no hemos vendido nada”, asentó.
Fernando García —quien atiende una dulcería— manifestó su enfado por dichas obras, “ya hasta me puse tapones en las orejas porque el ruido ensordece”, comenta.
Igualmente, Gabriela Caballero —trabajadora de una zapatería— exclamó que estos ruidos “están horribles”. La joven manifestó que “tendrían que hacerlo en la madrugada o en la noche para que no estén molestando, porque los clientes no pueden pasar, y cuando vienen no podemos platicar bien con ellos debido a que el ruido (de las obras) es insoportable y es todo el día”.
Así como los comerciantes, los transeúntes expresaron su inconformidad: Patricia Borrego, quien trabaja cerca de la mencionada calle, declaró que “molesta el ruido, si quieres hablar por teléfono no se escucha. Mucha gente se ha quejado (taxistas y mis compañeros de trabajo), opinamos que estaría mejor que los trabajadores se organizaran porque se encuentran en varias calles de la zona”.
La norma 081 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) destaca que la cantidad de decibeles permitidos es de 68 de las 6:00 a las 22:00 horas y 65 de las 22:00 a las 6:00 horas. En caso de sobrepasar este rango, las multas podrían llegar hasta los mil 200 salarios mínimos. Sobre el problema del ruido auditivo, el diputado federal Ricardo Astudillo, junto con su homólogo, Arturo Escobar —integrantes del grupo parlamentario del Partido Verde Ecologista de México— presentaron una iniciativa para controlar y reducir la contaminación acústica.
Astudillo Suárez alertó que el libro verde de la Organización Mundial de la Salud destaca que el ruido urbano representa pérdidas económicas de 2% —para el Producto Interno Bruto en los países que conforman la Unión Europea.
Afirmó que causa trastornos sicológicos y sociales; incluso puede causar la muerte, ya que entre 2 y 5% de los infartos mortales tienen relación con altos niveles de exposición de presión acústica generada por el ruido urbano.