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“Me gustaría ser cirujana de niños”

“Me gustaría ser cirujana de niños”
13/05/2016 |23:59
Redacción Querétaro
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La de Ariadna, de 11 años de edad, es una historia diferente. Seis años antes hizo un largo viaje para llegar desde Baja California hasta Querétaro y encontrarse con su abuela materna.

“Yo soy de Baja California, vine a visitar a mi abuelita y me quedé aquí seis años, estuve seis años en el Njöya y me quedé aquí, ahorita estoy en el Jadi. Yo no estuve en situación de calle ni nada, sólo me trajeron porque mi abuelita pidió apoyo y nos lo dieron”, indica.

Mientras los familiares de Ari, como le dicen de cariño, trabajaban, ella los acompañaba. Jugaba en las calles del Centro Histórico mientras su mamá vendía artesanías de forma ambulante.

Su condición, dice ella, no era de calle, sólo se la llevaron porque le explicaron que corría algún riesgo si permanecía en esa situación. Iba a la escuela, pero no de manera frecuente. A ella y a su hermano, que es más pequeño, los llevaron a los Centros de Día.

Quiere ser cirujana. Cuando nació tuvo un linfoma en el pecho que meses después le fue sustraído. Eso le salvo la vida. Por eso, su sueño es ayudar a los demás, a otros niños que vivan una situación de peligro. Ser policía también es opción.

“Hace seis años iba llegando apenas y mi hermano se metió aquí [al centro], no era por situación de calle, nos metieron por apoyo y metieron a mi hermanito y ya luego a mí. Me gustaría muchísimo ser cirujana para niños, tuve un tratamiento, me gusta mucho ese trabajo, tuve un linfoma en el pecho, era de nacimiento y me lo quitaron”.

Antes no le gustaba estudiar, hoy es una de sus grandes pasiones: “Hay que estudiar mucho para poder ser alguien”. Estudiar matemáticas o geografía se complementa con la lectura que practica todos los días. Ella aprovecha cualquier momento del día para tomar algún libro y aventurarse en las historias que lee. Le gustan las novelas.

Hoy su vida es diferente, su familia ya no trabaja en el ambulantaje, ahora tiene un puesto en el Centro, donde la venta les permite solventar los gastos de la casa. Vive en San Francisquito y desde ahí llega caminando junto con su hermano al Centro de Día. Por la noche, la recogen de la secundaria. Y así, al día siguiente.