Es muy común que a lo largo de la vida de una mujer se presenten diversos cambios fisiológicos y anímicos, mismos que preparan su organismo para recibir las diferentes etapas, como son: la pubertad, los periodos, el embarazo, la menopausia y el climaterio, los cuales pueden ser imperceptibles, o tan severos como para requerir atención médica.

Las mujeres atraviesan por un periodo en el cual pasan de la vida reproductiva a la no reproductiva, esto tiene el nombre de climaterio que generalmente inicia alrededor de los 40 años de edad y se caracteriza por una baja actividad ovárica.

La doctora Graciela Alexanderson, médico internista y miembro de la Asociación Latinoamericana de Diabetes, informó que la menopausia se presenta cuando ha pasado un año sin que se haya presentado la menstruación. La edad para este ciclo es variable, aunque el promedio es de los 48 años a los 51.

Esto se produce debido a que los ovarios dejan de producir estrógenos y progesterona, hormonas femeninas encargadas de funciones en el organismo, al no tener suficiente hormona se presentan síntomas como: bochornos, irritabilidad, ansiedad, depresión, dolor de cabeza, nerviosismo, disminución de deseo sexual, obesidad, entre otros.

Pueden aparecer alteraciones en la vagina y vejiga, con los cambios hormonales la vagina se puede resecar y adelgazar, lo cual puede ser doloroso en el momento de la relación sexual, se puede perder el interés para sostener encuentros íntimos.

Uno de los efectos más notables en la mujer menopáusica es el aumento de peso y el cambio en la distribución de la grasa, si anteriormente ésta se almacenaba en las caderas ahora se acumula más fácilmente en la cintura, situación que se ha relacionado con la presentación de enfermedades como hipertensión arterial y diabetes tipo 2.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2012 la diabetes tipo 2 fue la causa de muerte de 43 mil 819 mujeres, lo que representa el 16.6% de las defunciones en ese año en México.

Desde hace varios años se ha registrado un incremento en la incidencia de éstas, y siendo mayor en las mujeres que en los hombres, ya que en 2011 se registraron 442 casos por cada 100 mil mexicanas y en el caso de los hombres, 326 por cada 100 mil.

Toda mujer que esté atravesando por la etapa de la menopausia puede reducir los riesgos de padecer diabetes a través de un estilo de vida saludable que tenga como base una adecuada alimentación rica en nutrientes, así como realizar ejercicio físico aeróbico al menos cinco veces a la semana durante 30 minutos.

La visita al médico es importante porque investigará los antecedentes familiares de diabetes tipo 2, infarto y dislipidemias. Redacción

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