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La Diócesis de Querétaro informó que en lo que resta de este 2014, la Iglesia mantendrá diálogo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a fin de que reconsidere el nuevo régimen fiscal que será aplicado a partir de 2015.
De acuerdo con el vocero de la Diócesis, Saúl Ragoitia, las autoridades eclesiásticas son asociaciones religiosas sin fines de lucro, mismas que han estado sujetas a un Régimen Fiscal específico desde el año de 1994.
El vocero comentó que el procedimiento que actualmente llevan a cabo las iglesias ante Hacienda es la presentación fiscal anual e informativa, declaraciones fiscales mensuales, así como las informaciones de retenciones que realizan por concepto de salarios o pagos recibidos por terceros.
“Las asociaciones religiosas están exentas del Impuesto Sobre la Renta (ISR) por los ingresos propios recibidos por parte de sus miembros, siempre y cuando se apliquen con los fines religiosos”, aseveró Saúl Ragoitia.
Sin embargo, informó que derivado de la reforma fiscal, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público estableció el nuevo Régimen Fiscal para las asociaciones religiosas, ahora a través del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
En este sentido, a partir de enero de 2015, las iglesias deberán iniciar su contabilidad electrónica, la emisión de facturas electrónicas, de pagos de nómina para ser deducibles y constancia de retenciones con sellos digitales del SAT.
“Todo esto sigue en un continuo diálogo y esperamos seguir avanzando en la capacitación y diálogo para poder comprender con claridad que es una asociación religiosa y como su labor sin fines de lucro está beneficiando a la comunidad”, refirió.
El vocero de Diócesis, Saúl Ragoitia, agregó que al establecer este acercamiento con las autoridades correspondientes, se podría tener como resultado la aplicación del régimen fiscal, de acuerdo con la entidad y el quehacer de la propia asociación religiosa.
“Ya se han visto las nuevas modificaciones y se seguirá dialogando para que con todas las capacitaciones sigamos cumpliendo con todo lo que hasta ahora hemos cumplido, en cuanto a nuestras obligaciones fiscales, que es informar sobre lo que se maneja al interior de las iglesias”, señaló.
Asimismo, explicó que un factor que debe solventarse, es la cuestión electrónica, ya que existen muchas comunidades con presencia eclesiástica, que no cuentan con recursos y medios digitales para poder cumplir con dicha obligación.
“Lo que nos interesa es que podamos comprender cuál es la identidad y el quehacer de la asociación religiosa, comprendiendo con claridad quienes somos, entramos en ese diálogo para establecer lo que sea conveniente para cumplir con las obligaciones fiscales”.