El grafiti es un modo en el que se expresan algunas personas. “Rayan” las paredes con pintura en aerosol para marcar territorio, para hacer un dibujo bien planeado o simplemente por la adrenalina de ser perseguidos por la policía.
“Varias veces me les he escapado y otras me han agarrado los policías, unas 10 veces. Me gusta porque es más adrenalina”, dice Morfo.
Actualmente, hay un programa en el cual pintan las fachadas de las calles de Querétaro para el mejoramiento de la imagen de ciertas colonias que presentan este problema.
“Siempre me llamó la atención dibujar, gracias a un amigo, El Nose. Me gustó eso del ‘graf’ hasta que un día compré unos botes y me salí con él y con otro amigo, El Think, a hacer las primeras aquí atrás de la barda de la colonia donde vivo”, comenta a su vez Speak.
La edad promedio en la que se involucran los jóvenes con este tipo de actos es entre los 14 y 20 años.
Este fenómeno social se hace mayormente presente en las colonias de escasos recursos. Las pintas son muy notorias, ya que en muchos casos no respetan las fachadas de casas o negocios, ni paredes de terrenos baldíos, lo que da un mal aspecto, de descuido y falta de respeto hacia el entorno.