El arte callejero se hace presente en muchos lugares como centros comerciales, acotamientos de carreteras o paredes de edificios habitacionales; sin embargo, despues de 25 años de pintar y dibujar, Arturo Frausto, queretano de nacimiento, decidió llevar a la calle su técnica, talento y visión sobre el arte.
Instalado en el andador Josefa Vergara, al caer la noche, este artista, en compañía de una grabadora, latas de pintura de aerosol, algunos pinceles y el material adecuado para plasmar escenarios artísticos, pinta esperando que alguna obra suya sea comprada por alguno de los observadores.