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Lectura, deleite para mayores

Lectura, deleite para mayores
16/02/2013 |01:28
Redacción Querétaro
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Ana Silvia Cervera atiende desde hace tres años una tienda de libros usados que se ubica en la calle de Guerrero Sur. Señala 80% de sus clientes son personas mayores de 45 años, dejando solo 20% a jóvenes.

“Los adultos entre 45 y 70 años, son los que más vienen a comprar los libros. Ellos adquieren principalmente novelas de autores de diferentes partes del mundo”, indicó.

Explicó que el libro más vendido es Don Quijote de la Mancha, de Cervantes Saavedra, y es adquirido por clientes de todas las edades.

Para la dueña de esta tienda, la poca adquisición de libros por parte de los queretanos se debe a que los jóvenes no tienen el hábito de gastar en este producto: “La gente no está acostumbrada a comprar libros como cualquier otro artículo –como ropa u otros accesorios”, lamentó.

Silvia es asidua a las lecturas de William Shakespeare y estudiante de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) en la carrera de diseño gráfico.

Refirió que su trabajo no es tedioso, pues durante el tiempo que pasa en la librería que lleva como nombre Tragaluz alimenta su pasión por la literatura inglesa y conocimientos relacionados con su licenciatura.

Así mismo, señaló que las mujeres acuden con mayor frecuencia en busca de un texto; principalmente aquellos libros con historias de amor o superación personal.

En contraste con los hombres que adquieren ejemplares relacionados con la historia de México o conflictos como la Segunda Guerra mundial.

“Las mujeres son las que más acuden a la librería a comprar libros aproximadamente 60%, dejando a los barones solo 30% de las compras. Las mujeres compran regularmente novelas”, externó la estudiante.

En promedio, Ana logra vender 20 libros a diario que van desde los cinco hasta los mil pesos, dependiendo del autor o del título.

La condición del libro o la antigüedad condicionan el precio. Pero reconoció que los libros de arte son los más caros: “A veces alcanzan precios de mil a 2 mil pesos, dependiendo del autor o de lo raro que sean”.

El principal problema de los queretanos no es la falta de lectura, sino la cuestión del desprendimiento económico, consideró: “La gente sí lee, pero el precio hace que se detengan mucho a comprar libros. Siento que muchas veces no reconocen la importancia no solo de leer libros, sino de adquirirlos y retomarlos cuando sea necesario”.

La principal fuente de abastecimiento de la librería Tragaluz, proviene de personas que acuden a la tienda a vender sus libros usados.

“La mayoría de las personas vienen y dicen ‘quiero venderte mis libros porque me voy a mudar y ya no quiero estar cargando con ellos de casa en casa’ o porque dicen que madamas los tienen ocupando un espacio que podrían utilizar en otra cosa”.

Cada semana llegan a Traga luz alrededor de seis personas a vender sus libros, lo que significa en promedio la adquisición para el negocio de 30 nuevos ejemplares, cantidad que se traduce en mil pesos.