Frente a 18 mil peregrinos hombres, el obispo emérito Mario de Gasperín Gasperín ofició la santa misa que tuvo como tema central crear una sociedad encaminada a fortalecer la fe hacia la Virgen de Guadalupe.
“Un sacerdote tiene que dejar una parroquia mejor, como un padre de familia tiene que dejar una familia más cristiana, tienen que dejar hijos mejores, cumplidores de la ley de Dios y practicantes de la fe católica, así como yo deje una diócesis mejor”, externó el obispo.
Mario de Gasperín fue obispo del estado de 1989 a 2011 y fue sucedido por Faustino Armendáriz Jiménez, actual líder de la Diócesis de Querétaro.
De la misma forma, De Gasperín llamó a los caminantes a no dejarse corromper por el contenido que es transmitido por la televisión, así como por la pornografía que, dijo, esclaviza a las personas. Por el contrario invitó a los asistentes a ser libres por medio de la palabra de Dios.
“El pilar para vivir en paz es vernos como hermanos, amarnos como cristianos, como hijos del mismo padre. Hermanos peregrinos adelante en este caminar, la Virgen Santísima nos espera para darnos a su hijo. Esta peregrinación es un acto de fe de la sociedad”, señaló el obispo.
En esta ocasión la santa misa fue ofrecida a los fieles católicos en la comunidad de San Gil en el municipio de San Juan del Río.
En su oportunidad, el vocero de la Diócesis de Querétaro, Saúl Ragoitia Vega, invitó a los peregrinos a resguardar sus pertenencias, pues señaló que se ha tenido conocimiento de robos entre los caminantes.
“No son peregrinos, son gente que ve la oportunidad para hacer sus fechorías. Yo he sabido de gente (jóvenes) que se suman, se disfrazan para realizar sus actos. Invito a los peregrinos a que denuncien cualquier anomalía, quienes hacen esto no son peregrinos”, aseveró Ragoitia Vega.
Para concluir, apuntó que la peregrinación es de trascendencia, no sólo para la Diócesis de Querétaro, sino para toda la sociedad, para todo el estado, ya que cambia la forma de vivir de las personas para mejor, aseguró.