La plaza principal de Amealco luce llena de color. La gente se reúne en el lugar para la ceremonia en la cual se llevará a cabo la presentación y declaratoria de la muñeca artesanal de Amealco como patrimonio cultural intangible de Querétaro, motivo de fiesta para los habitantes de esta población, que esperan se valore más su trabajo.
Los puestos de muñecas abundan. Hay de todos los tamaños, colores y diseños. En los distintos puestos que se instalan para la ocasión, las artesanas elaboran la tradicional artesanía que es reconocida no sólo en Querétaro, sino en buena parte del país.
La cantidad de visitantes que llegan hasta este municipio también es numerosa. Cándida Martín Pedro espera en su puesto, es originaria de Santiago Mexquititlán, en Amealco, que es donde se hacen las muñecas.
Mientras pone los moños en la cabeza a una de sus creaciones, narra que no tiene un tiempo exacto para hacer una muñeca, pues se puede tardar un poco más de acuerdo al tamaño de la misma, porque además de hacer muñecas, debe dedicar tiempo en el día a las labores del hogar.
Por lo regular hacen 15 piezas diarias, empezando muy temprano y terminando hasta la noche, aunque en ese lapso tiene que hacer las labores del hogar, como llevar a su hijo a la escuela, preparar la comida para la familia, entre otras actividades de su vida diaria.
Eso lo hace de lunes a viernes. Sábado y domingo vende sus muñecas en la ciudad de Querétaro, donde tiene que huir de los inspectores municipales, quienes no las dejan vender en la vía pública, por lo que tienen que moverse constantemente.
Dice que tienen que lidiar con la gente que regatea su trabajo sin conocer lo complicado que es realizar una muñeca, pues en cada una, además de dedicar tiempo a su elaboración, también ponen parte de su alma en la creación.
Cándida espera que con el reconocimiento hecho por el gobierno del estado a las muñecas artesanales, los compradores valoren más este trabajo y no les pidan rebajas, pues no sólo es el material y la creación, también es el traslado hasta la capital del estado.
A lo lejos se ven nubes grises. La lluvia se aproxima, y mientras los oradores de la ceremonia oficial dicen sus discursos, comienza una ligera llovizna que pronto se transforma en un aguacero que obliga a muchos de los presentes a buscar refugio.
Visitantes y habitantes buscan protegerse de la lluvia bajo la lona que se instala para colocar a las artesanas, mientras el sonido anuncia que el evento artístico, programado para cerrar la ceremonia oficial, se cancela por cuestiones climáticas.