Son las seis de la mañana y la doña Martha llega al tianguis del mercado Escobedo a instalar su estética y comenzar su jornada laboral, pero no tiene un local donde cortar el cabello, sino que lo realiza en la vía pública.

Doña Martha Estrada, queretana de 40 años de edad, ha dedicado la mitad de su vida a ser estilista. Pero desde hace 10 meses, trabaja en el tianguis del mercado Escobedo, de martes a viernes, y asegura que ser jefa de familia no ha sido una tarea fácil.

De la población femenina, sólo 35.7%, es económicamente activa en el estado, según el último registro del censo de población y vivienda de 2010. Ella es parte de ese porcentaje y cuenta con su negocio propio, además de formar de 24% de las mujeres que son el sostén de su hogar.

Ahora, ella trabaja de manera ambulante, y no en un establecimiento, como antes lo hizo.

“Lo que pasa es que me fui a rentar a un local, me lo pidieron porque lo iban a demoler. Después el coordinador del tianguis me pidió venir para acá y le dije que sí. Yo vengo trabajando desde la Alameda, luego trabajé por Balvanera y luego en Fernando de Tapia y aquí terminé en el tianguis”, relató.

Durante 12 horas atiende a infinidad de personas y ha tenido que superar los cambios climáticos, así como trabajar en el tianguis es muy pesado, porque tiene que armar y desarmar su puesto, acomodar los tubos, la lona y el techo, todo ello para protegerse del calor, la lluvia y el frío.

Pero eso no es motivo para dejar de trabajar, pues tiene dos hijos que son su motivación: “Ahí voy con ellos, poco a poquito, los saco adelante y en mi casa.

Cuando voy a ver a mis papás allá trabajo, porque si de aquí nada más fuera no saldría. Tengo que pagar renta, luz, agua, el niño en la prepa y el niño en la primaria, son muchos gastos”, dice.

Mujeres trabajadoras

Datos del Consejo Estatal de Población (COESPO), revelan que en el último censo de población de 2010, el porcentaje de mujeres económicamente activas que se tenía en el 2000 ocupaban 34.1%, por lo que en el censo del año 2010 aumentó a 35.7%.

También incrementaron las mujeres que son jefas de sus hogares, pues en comparación con el 2000 representaban 19.8% y en el último censo, aumentó a 24.0%.

Doña Martha es estilista y es la única forma que conoce de ganar dinero para comer ella y sus hijos.

Desde que ya no está en el local, algunos de sus clientes la han buscado, y con orgullo dice que 30% de la clientela la ha seguido.

“No todos mis clientes me siguieron porque no a toda la gente le gusta el tianguis, a unas les gusta más el local. Otra gente ya me conoce de hace 20 años o se baja del camión y me dicen: ‘¿ah ya estás aquí?’, y les digo ‘sí, ha pues vamos a venir, me dicen y así es como llegando”.

Mejores tiempos

Mencionó que sí ella tuviera la clientela de antes, su situación económica estaría mejor, pero ya no es así. Actualmente, cobre por cada corte de dama o caballero 40 pesos en general y también hace bases, tintes, rayos, luces, pone uñas, hace peinados para novias.

Con alegría, indica que en el tianguis se siente tranquila y feliz, sobre todo porque la renta no se compara con la de un local y prefiere acomodarse a las condiciones el lugar.

“Me siento tranquila, porque no pago mucha renta, porque ahorita están en 22, en 14, en 12 mil pesos las rentas y también allá en el local iban a subir el precio y no me siento capaz, porque no hay suficiente para cubrir ese monto”.

Por tener su estética ambulante, en el tianguis paga cuatro pesos el metro, precio que no se compara a lo que tiene que sacar, pues si rentara un local estaría presionada.

“Los sábados es cuando tengo más gente. Llegan personas nuevas y se quedan, otras no, pero lo hago por salir adelante, aunque hay gente que me critique por trabajar en un tianguis, no me avergüenza de ninguna manera, al contrario, para mí es un orgullo”, concluyó.

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