“Un pequeño lugar donde suceden grandes cosas”, así se define la estancia del migrante González y Martínez, donde brindan comida, alojamiento, medicamentos y atención médica a más de 92 migrantes diarios.
“Es una cantidad exorbitante de migrantes que pasan por el estado. La estancia se da a la tarea de atender sus necesidades más básicas como alimentos, ropa, medicamentos e inclusive atención médica”, explica el vicepresidente y fundador de la estancia del migrante, Martín Martínez.
Estas personas provienen principalmente de Nicaragua, Guatemala, El Salvador y Honduras.
De acuerdo con el presbítero y colaborador en este centro, Mario González Melchor, los migrantes son acogidos y tratados con dignidad, sin embargo debido al elevado número, una de sus funciones es informar a los centroamericanos de los riesgos a los que se enfrentan y de que lo más conveniente es regresar a su origen.
El sacerdote indicó que cada vez son más las familias enteras que arriesgan su vida para cruzar el país y llegar a su destino, siendo un bebé de un mes de nacido el migrante más pequeño que han atendido en esta estancia.
“La ayuda es lo más que se pueda humanitaria, cambiar su mentalidad hacia el mexicano, ellos tienen muy malas concepciones del mexicano (…) Ahorita el ultimo mes recibimos a una familia completa de migrantes, es el migrante más pequeño que hemos recibido tenia un mes de nacido, venia con su mamá, su papá y sus hermanitos. Queremos resolver el problema de enfermedades, la indigencia migrante, los peligros de salud” dijo González Melchor.
La versión oficial
El delegado del Instituto Nacional de Migración (INM), José Arturo Fernández de Cevallos, informó que 80% de las personas que invaden los cruceros pidiendo apoyo y que se hacen pasar como centroamericanos son mexicanos principalmente.
“La gente nos dice que la ciudad está llena de migrantes, pero esos supuestos migrantes se acreditan con su credencial de elector”, dijo.