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Durante la misa crismal realizada en la catedral de Querétaro, el obispo de Querétaro monseñor Faustino Armendáriz, exhortó a los sacerdotes que conforman la Diócesis queretana a reflexionar sobre su papel sacerdotal en la sociedad, si realmente están cumpliendo el camino trazado por Dios y a mostrar a los católicos el rostro de Dios.
Este acto, de acuerdo con la Iglesia Católica, es celebrado por el obispo con todos los presbíteros de la Diócesis, siendo esta una de las manifestaciones de la plenitud sacerdotal con el obispo como signo de la unión estrecha de los presbíteros con él, además de ser una acto que encamina a la celebración de la Semana Santa.
En este sentido, Faustino Armendáriz, invitó a los sacerdotes queretanos a fijar sus ojos en Jesús, reconociéndolo como el hombre que amo a la humanidad y fue crucificado en el nombre de los pecados cometidos por los individuos.
“Él ha hecho de nosotros un reino de sacerdotes y la actualidad de esta mirada dependerá de la fidelidad y el compromiso de nuestro trabajocon la misión evangelizadora, alimentando la votación con la luz y la fuerza de Dios”, aseveró.
Resaltó a los sacerdotes la importancia de poner la mirada en Jesús, a fin de no dejarse llevar por las tendencias de la sociedad actual, que ocasiona llevar un estilo de vida secularizado, olvidando que han sido llamados por Dios.
“Como sacerdotes tenemos el grande privilegio de contemplar el rostro de Jesucristo día con día, la celebración diaria de la eucaristía, la confesión frecuente, el examen de conciencia, los ratos prolongados de silencio y de diálogo son tesoros que alimentan nuestra vida y que nos ayudarán a vivir el sacerdocio en total plenitud”, destacó.
Señaló que estas realidades que vive el sacerdote, deberán de articulan un estilo de vida de consagración, o de lo contrario se verán atrapados en la acciones del mundo moderno, como lo son el egoísmo, el pesimismo y la guerra.
“Sería oportuno que en este día de compromiso ante nuestro pueblo nos dispongamos a renovar nuestras promesas sacerdotales en un examen serio de conciencia y nos hagamos interrogantes de cómo nos ve la gente y la comunidad. ¿Estoy caminando en la misma dirección de Jesús, la palabra de aliento a tiempo y a destiempo, de la mano del consejo que elimina, o simplemente es que realizo mi tarea como un trabajador más?”, destacó Armendáriz.
En este sentido, recordó que al elegir el sacerdocio, se convierte esto en un estilo de vida, en donde la vida corresponderá a ser otro Cristo, por ello la invitación a mirar al sacerdocio tal y como lo ve actualmente la sociedad creyente.
“Poner el corazón, porque están urgidos por el santo y todos ustedes lo saben, y a la vez poner el corazón en medio del pueblo fiel. Ser sacerdote hoy en día es lo mejor que nos ha pasado, vivan la alegría de serlo con un corazón limpio, ser el rostro de nuestras acciones y nuestra conducta, porque somos llamados a llevar el evangelio de la alegría”, concluyó Faustino Armendáriz.
