El Obispo de Querétaro, Monseñor Faustino Armendáriz Jiménez, exhortó a los fieles católicos, a través de su palabra dominical, a dejar su vida en manos de Dios, quien es el único que sabe que pasara en el mundo, y encontrarlos en sus vidas y en su mundo.
Citó lo sucedido en el tiempo de Jesús, cuando este habló en el templo, el cual estaba adornado con hermosas piedras y sin embargo, dijo, a los ahí presentes “De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido”.
Al mismo tiempo que les comentó que se desencadenarían guerras, pestes y terremotos, sin embargo, él les daría la templanza para soportarlo.
“Estas palabras de Jesús son palabras de ánimo para estar vigilantes, alentándoles a poner todo en las manos de Dios, por tanto no es un tema que haga referencia al fin del mundo o al final del Universo”, aseveró.
Comentó lo que dijo, Jesús en aquel tiempo, al señalar que iba a destruir el templo que tanto añoraban, ya que para los judíos, el templo era el símbolo de su fe y de su nacionalidad, como también de la alianza y presencia de Dios en medio de su pueblo.
“Desde la perspectiva de Jesús, la destrucción del templo y de Jerusalén representa el final de la Antigua Alianza entre Dios y el pueblo de Israel. En el Reino de Dios que se inaugura ya no se necesitará ese templo, ni ciudad santa, ni sacrificios, porque toda la humanidad es el templo de Dios”, comentó el Obispo.
De igual forma, explicó que a Jesús no le impresionaba el esplendor del templo ni su destrucción; sin embargo, se enfrentaron a Jesús y rechazaron su predicación y su persona.