En el Centro Histórico de la ciudad de Querétaro está una escuela muy particular, un centro educativo que ofrece una oportunidad para quienes ven más con el alma, que con los ojos.
Hasta 1982, no había ningún tipo de educación y rehabilitación para personas ciegas y débiles visuales en el estado. Este sector vivía de la caridad y mendicidad; otros con sus padres o familiares, o con algún amigo caritativo, y trabajaban en actividades de casa en pago de su asistencia. Esto hacia que la gente con esta discapacidad se sintiera deprimida y con baja autoestima. Fue hasta el 12 de agosto de 1983 que Alfredo Blandina Fernández de Lara fundó esta institución.
Por medio de la Secretaría de Educación, canalizaron a este grupo con la Junta Vergara donde les facilitaron un local en Arteaga número 19. En ese lugar se iniciaron talleres de educación y rehabilitación impartidos por voluntarios y prestadores de servicio social. Otra benefactora, la señora María Izquierdo Muñoz de Cote, regaló las primeras regletas para escribir en braille. En esa época llegó a la escuela el profesor Francisco Burgos Mondragón quién fue un importante pilar en la educación en Querétaro.
El día 12 de agosto del mismo año, se inauguró oficialmente la Escuela de Ciegos y Débiles Visuales Adultos, al mismo tiempo que la escuela de Niños Ciegos y Débiles Visuales Josefa Vergara y Hernández, por la presidenta del Sistema Estatal DIF, Yolanda Hernández de Burgos.
Después de dos años, la Junta Vergara les facilitó dos locales más, ubicados uno en Morelos 105, en el interior del Mercado Hidalgo, y otro en Pino Suárez 38.
La población de alumnos continuó creciendo en forma tal, que pronto ya resultó insuficiente. Decidieron entonces solicitar un terreno al entonces gobernador, Rafael Camacho Guzmán.
Su petición fue aceptada y les donó el predio de 15 de Mayo número 109-A, donde actualmente se ubica la escuela. Fue en esa fecha cuando se solicitó al gobierno del estado la constitución oficial ante Relaciones Exteriores y así se denominó Unión de Minusválidos de Queretaro, A.C., lo que hizo posible la legalización del terreno.
Posteriormente, el Tecnológico Regional de Querétaro por medio del Departamento de Servicio Social, les diseñó los planos y la maqueta. Con esto se dieron a la tarea de construir lo que hoy es el edificio de la Escuela-Albergue. La primera planta fue inaugurada en 1992, y la segunda planta en 1994; esto hizo posible que se mejoraran los talleres de rehabilitación y educación.
En 1996, el presidente fundador invitó a todos los integrantes a designar un presidente durante un periodo de tres años, sin posibilidad a reelegirse. Desde entonces, cada presidente y su mesa directiva, vigilan y administran las actividades de la institución.
Hoy en día, el centro escolar no sólo es una institución educativa especializada en un sector de la población, sino parte importante de la vida cultural de la gran ciudad de Querétaro.