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Alrededor de 80 alumnos de la secundaria Luis Donaldo Colosio fueron los invitados de honor al Palacio de Gobierno donde la administración estatal recibió a los flamantes campeones del torneo Apertura de la Copa MX.
Los menores lucían ansiosos, querían ver a su ídolos. Poco o nada les importaba el protocolo y el locutor que explicaba la dinámica del evento, tras el cual podrían tomarse fotos con los jugadores del cuadro albo.
Los gritos de los estudiantes sacaron sus teléfonos celulares en el momento en el que los jugadores de Gallos Blancos aparecieron en el patio principal del recinto.
El más ovacionado, como era de esperarse fue el portero brasileño, Tiago Volpi, quien con un tímido saludo con la mano agradeció la ovación de las niñas y niños.
Quien respondía con una sonrisa y el pulgar arriba los saludos de los pequeños hinchas era Camilo Sanvezzo, quien se dejaba querer por los aficionados, que no sólo eran los estudiantes, pues también personal de gobierno lucía expectante ante la presencia de tan distinguidos huéspedes.
De la planta alta descendió minutos después el gobernador Francisco Domínguez Servién y su hija Andrea, quienes saludaron a todos y cada uno de los jugadores del plantel.
Mientras Markus López, director del Instituto del Deporte y la Recreación del Estado de Querétaro (Indereq), tomaba la palabra el gobernador Domínguez Servién y su hija intercambiaban saludos y sonrisas con Volpi.
Luego tomó la palabra el capitán del equipo, Miguel Ángel Martínez, quien dijo que el deseo de trascender del equipo va más allá de ganar la copa, pues tienen más ambiciones.
La directiva del equipo entregó unos presentes al mandatario estatal y luego dio un mensaje a los presentes.
El gobernador aclaró que su hija no le hubiera perdonado no estar en el evento, pues es aficionada al futbol de corazón. Del mismo modo agradeció a Víctor Manuel Vucetich darle una copa al Querétaro y al estado.
Domínguez Servién aprovechó para anunciar que próximamente visitará la secundaria y que los pants azules que portaban los estudiantes eran los que a principios del ciclo escolar entregó su administración.
El gobernador también aprovechó el momento para informar de los trabajos en el Querétaro 2000, que de acuerdo con sus palabras estaba “hecha pedazos”.
El mandatario estatal destacó que en Querétaro pasan cosas buenas, que son eclipsadas por hechos negativos, como el enfrentamiento entre pandillas en Peñuelas, la pobreza que se ve en la Sierra Gorda, de donde regresó ayer en la tarde.
Del mismo modo, Domínguez invitó al equipo a visitar la Sierra Gorda, donde hay muchos aficionados que no conocen la capital.
Tras el discurso del gobernador llegó el momento esperado por los jóvenes aficionados: tomarse la foto y pedir autógrafos a los jugadores.
El más buscado de la tarde fue Tiago Volpi, quien firmaba camisetas, balones y se tomaba fotos con los aficionados de los Gallos.
Incluso una empleada de gobierno lucía en sus manos un balón autografiado por los jugadores. “Es de un señor que me lo encargó”, dijo a manera de excusa.
Los jugadores, cuerpo técnico y directiva fueron abandonando el Palacio de Gobierno y subieron a las camionetas que apenas horas antes habían llegado de la gira de la Sierra Gorda, mientras que los pequeños aficionados con sus pants azules salían y se dirigían hacia la calle de Corregidora.