Los socios afectados de la cooperativa “30 de agosto” continúan padeciendo las consecuencias del presunto fraude y no ven avances en las investigaciones, tal es el caso de la pensionada Jovita Cabello López quien a ocho días de que iniciara esta situación considera como lentos los trabajos que realizan de forma paralela la Procuraduría General de la República y la del Estado.
“Yo creo que esto va muy lento, supuestamente se está trabajando para apoyarnos pero no nos dicen nada, no nos informan y pues eso nos hace estar inseguros y nomás nos tienen así, esperando y con la angustia de no saber qué va a pasar”, señaló la señora Cabello López.
De esta forma a diario los presuntos defraudados se rolan turnos para hacer guardia en el exterior de las instalaciones de la caja popular, donde en compañía de más mujeres y hombres siguen padeciendo no solo la angustia de no saber dónde está su dinero que para muchos es el ahorro de toda la vida, sino también las inclemencias del tiempo y el hambre, pues algunos vivían de los intereses de sus ahorros, como señala una de las miles de afectadas.