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El trabajo sexual se ejerce en la zona centro de la ciudad y a plena luz del día, sin que la policía pueda hacer algo al respecto, al menos cinco proxenetas se encargan de controlar el trabajo de cerca de 15 mujeres que durante el día "atienden" a sus clientes cerca de la alameda hidalgo, esto a través de una investigación del Universal Querétaro.
Operando en una de las avenidas principales de la capital del estado, los padrotes se encargan de que las trabajadoras sexuales comiencen su operación a las 10 de la mañana, los clientes las abordan sobre Avenida Zaragoza casi esquina con Josefa Vergara, donde acuerdan el precio que oscila entre los 300 y los 500 pesos por sus servicios.
Una vez acordado al cliente se le indica caminar sobre la calle de Vergara hasta la esquina con Reforma, a la izquierda encuentran el hotel, que no tiene un nombre en específico, pero en las puertas tiene un par de ángeles, que reciben con ojos tiernos a los clientes. Una vez pagada la habitación se asigna el cuarto.
Al terminar el servicio, la chica, que no rebasa los 22 años regresa a su esquina, donde su proxeneta le pide el dinero que gano con su trabajo, las autoridades municipales, que realizan rondines de vigilancia en la zona, al no descubrir un delito en progreso, se retiran, esto porque los chulos no permiten que las mujeres puedan presentar algún tipo de queja.