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Luis Alberto Muñoz, director de Desarrollo Rural y Agropecuario del municipio de Querétaro, informó que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Dirección de Ecología tomaron muestras del agua de la presa de El Nabo, donde se registró la muerte de decenas de peces.
El funcionario explicó que, por ahora, la causa apunta a una falta de oxígeno que afectó a estos animales; sin embargo, en siguientes días se tendrá la causa real.
Luis Alberto Muñoz recalcó que de momento no hay indicios de focos de contaminación ni se ha detectado riesgo para la población.
“Vamos a esperar resultados de las muestras, pero hay que ver que al no tener movimiento de agua y por las precipitaciones hace falta oxigenación; cuando el agua no tiene movimiento hace falta oxigenación, es un problema de mortalidad en los peces”, mencionó.
Explicó que la presa está a un 25% de su nivel, lo que, aunado a que no hay movimiento en el agua, puede estar produciendo falta de oxigenación; no obstante, esperarán los resultados de los análisis para descartar contaminación.
“Estuvimos con la gente de Conagua, tomaron análisis del agua; hay que tomar en cuenta que el nivel de esa presa está al 25%, esos niveles pueden afectar a los peces, esta es una presa de control de avenida, no es de uso agropecuario”, indicó el director de Desarrollo Rural y Agropecuario.
El municipio de Querétaro recibió el reporte de la muerte de los peces el martes por la mañana, al llegar al lugar, personal de Conagua ya estaba atendiendo el caso; una de las tareas fue buscar alguna posible fuente de contaminación sin que —de momento— se encontrara algún indicio, refirió el funcionario.
“Hasta ahorita no podemos hablar de que haya contaminación, estuvimos buscando a ver si había descargas y no te puedo decir si encontraron algo, puede ser por temperatura pero es un agua que no tiene movimiento [...] cuando no hay oxigenación en algunos bordos hay mortandad en los peces”, apuntó Luis Alberto Muñoz.
La primera tarea consistió en retirar a todos la fauna muerta para evitar su putrefacción y que se convirtiera en un foco de infección; este fenómeno, recordó, ya se ha presentado en años anteriores.
Reiteró que no es un bordo que se use para el riego ni para el consumo humano y que tampoco se consume la fauna de ahí, incluso no es un sitio donde “debiera haber peces”.
“Se tiene que retirar los peces muertos, ya se empezaron a retirar, no son peces que consume la gente, pero hay que tomar medidas; no sabemos quién los sembraría y no es un bordo que el municipio haya sembrado peces ahí”, concluyó el titular de la Dirección de Desarrollo Rural y Agropecuario.