La Estancia del Migrante “González y Martínez” ha atendido a por lo menos siete centroamericanos enfermos de gravedad o violentados sexualmente en este año, aseguró el fundador de la organización, Martín Martínez Ríos.
Alertó que el tránsito de migrantes centroamericanos por el país representa un problema de salud grave debido a las enfermedades que portan y a la falta de atención para este sector, que puede ser detonante de transmisiones de infecciones sin ser conscientes de sus propios padecimientos.
Recientemente, la estancia atendió a una pareja de migrantes, la mujer fue violentada cuando viajaba en el tren y al resistirse a un abuso sexual fue arrojada de los vagones, por lo que sufrió lesiones severas, ya que está embarazada; su pareja y ella aún son protegidos.
Martín Martínez explicó que uno de los objetivos de la estancia “González y Martínez” ha sido abrir un albergue en la ciudad de Querétaro a través del cual se pueda proporcionar atención médica a los centroamericanos para evitar riesgo de contagios de afecciones que puedan portar e incluso salvar vidas entre este sector.
Sin embargo, lamentó que las autoridades municipales han postergado la donación del predio en el cual se proyectaba construir el albergue, a pesar de la necesidad que existe de atender a los centroamericanos que pueden representar un problema grave de salud para el estado.
Y es que Martín Martínez Ríos recordó que Querétaro es un paso obligado para 90% de los centroamericanos que intentan llegar a Estados Unidos; muchos de ellos permanecen varios días en municipios de la entidad, enfermos, heridos o con padecimientos transmisibles.
“La mayoría de los migrantes llegan enfermos, traen gripas diarrea, fiebre y lo que más les afecta son los malos alimentos que se les proporciona a su paso y no queremos que sus enfermedades se agraven en su paso por Querétaro, queremos que se les atienda oportunamente”, dijo.
La Estancia del Migrante atiende a los centroamericanos que llegan a Tequisquiapan, a quienes además de ofrecerles alimentación, les proporcionan medicamentos básicos para enfermedades como gripes, infecciones gastrointestinales, y curaciones cuando se trata de personas heridas ya sea por abusos o por haber sufrido caídas del tren.