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Con una carrera sacerdotal de más de 80 años, Ricardo Colín Negrete Vicario de la Parroquia de la Sagrada Familia, reconoce la importancia que reviste, para la feligresía católica queretana la celebración de la Semana Santa. El misterio de la redención de Cristo, según el presbítero, se vive con mucho mayor fervor durante esta temporada del año.
Entrevistado por EL UNIVERSAL Querétaro, en las oficinas parroquiales, el padre Ricardo Colín dejó en claro que la Semana Santa es la temporada más importante para cualquier católico. No obstante reconoció que la deficiente evangelización que ha tenido la Iglesia Católica durante los últimos años, en México ha derivado en una clara crisis de “valores católicos”.
En ese contexto el sacerdote, resaltó que la frase “dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”, se acomoda como anillo al dedo, para todos los creyentes católicos mexicanos que en la actualidad, están padeciendo por las nuevas políticas fiscales, que aplica el Gobierno Federal.
De manera categórica, el religioso asegura que los católicos en México deben aprender a cumplir con sus obligaciones, tanto en lo religioso, como en lo fiscal, reiteró el sacerdote..
“Dar a Dios, lo que es de Dios, significa dar la vida misma y no es que tengamos que suicidarnos, pero si tenemos que renunciar a muchas cosas que según el criterio humano, son absolutas y en realidad no lo son. Dar al César, lo que es del César, significa darle su lugar a las posibilidades humanas, darle un posibilidad de conducción a este mundo, no como un fin, sino como un medio”, aclaró el presbítero.
El padre Ricardo Colín Negrete, nació en 1925 a igual que sus padres en esta misma ciudad. Por más de 20 años su vocación sacerdotal, lo llevó a viajar por todo el mundo, difundiendo los conocimientos adquiridos en el Seminario Diocesano de Hércules, del cual egresó el 7 de octubre de 1949.
Después de haber realizado una ardua labor misionera por varios países de medio oriente, el padre Ricardo Colín regresó al continente americano en 1980 y recibió la indicación de hacerse cargo de una iglesia en Los Ángeles California, en los cuales pasó 10 años de su vida. Ya de regreso en México realizó varias actividades literarias, redactando varias biografías, para el seminario guadalupano en la Ciudad de México.
Desde hace un par de años y luego de recibir la autorización eclesiástica respectiva, el padre Ricardo Colín se jubiló de su actividad sacerdotal y decidió regresar a su ciudad natal, en donde recibió la oportunidad de colaborar en la Parroquia de La Sagrada Familia, que es dónde actualmente radica.
