La Unidad de Control Animal del municipio de Querétaro (UCAM) permanecerá a un costado de la delegación Josefa Vergara y Hernández, por lo que su reubicación ha quedado descartada, informó el secretario de Servicios Públicos, Gustavo Zepeda Ruiz.
El funcionario destacó que no hay quejas de los colonos o usuarios por el funcionamiento de la UCAM.
“La verdad es que de una u otra forma la gente ya se acostumbró un poco. Pretendemos tener poca afluencia de perros precisamente para detener el mal olor de los animales y tenemos nosotros limpieza dos veces por día para evitar cualquier malestar”, expresó.
El secretario de Servicios Públicos mencionó que hasta el momento no se han recibido quejas por parte de los vecinos por el ruido, olores, basura o alguna otra situación que se pueda presentar por la presencia de los animales en la unidad.
Mascotas abandonadas o en descuido
Cada semana, la Unidad de Control Animal del Municipio recibe entre 40 y 45 perros en situación de calle o fueron abandonadas por sus dueños.
El municipio capitalino eroga 1.3 millones de pesos cada año para mantenimiento de la UCAM, compra de medicinas y alimento para las mascotas.
Zepeda Ruiz mencionó que la mayor problemática de proliferación de perros en las calles se encuentra en las delegaciones Felipe Carrillo Puerto y Epigmenio González, por ello es que se tienen jornadas enfocadas a combatir el problema en esas zonas.
De las 45 mascotas que son capturadas cada semana, aproximadamente 6% regresan con sus dueños.
Al ser capturados en la vía pública, los perros tienen un tiempo límite de permanencia en la unidad de tres días.
Si nadie los reclama, se procede al sacrificio de los animales, actividad que se lleva a cabo en las mismas instalaciones de la unidad.
Al rededor de 4% de los perros capturados son adoptados. A estos animales se les lleva en las jornadas De Puerta en Puerta con la finalidad de encontrarles un nuevo hogar, explicó Zepeda Ruiz.
“El resto (de los perros) es sacrificado como lo marca la normatividad. En función de que no tenemos disposición expresa de que no lo podemos conservar, pues además implica un costo para el municipio”, señaló el funcionario.
Aclaró que el sacrificio de los perros y gatos es a través una muerte sin dolor y sólo está permitida en animales. Generalmente se realiza con una sobredosis de anestésico inyectado o en algunos casos es inhalada.