La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Querétaro, aseguró 27 plantas conocidas como “patas de elefante” que se comercializaban de forma ilegal, informó el titular de la dependencia, Alejandro de los Cobos de León. Lo anterior derivado de los operativos en conjunto con los municipios del estado.
El funcionario señaló que éstas se ofrecían sobre la Carretera 57 por personas provenientes de Veracruz, y que no contaban con los permisos correspondientes para comercializar dichas especies.
La policía estatal, municipal y la Profepa llevaron a cabo dicha inspección para detectar y erradicar la venta ilegal de plantas gigantes, como la “pata de elefante”, que vive hasta 500 años y están catalogadas como especie en riesgo y amenaza por la norma oficial NOM-059- SEMARNAT-2010.
“El miércoles pasado aseguramos 27 plantas ‘patas de elefante’ sobre la Carretera 57 a la altura de las gasolineras en la colonia Cimatario. No pudieron demostrar la procedencia de estas plantas, así que se aseguraron”, mencionó el titular de la Profepa.
De acuerdo con la delegación federal de dicha dependencia, esta plantas también llamadas “Nolinaceae” o por su nombre científico Beaucarnea Recurvata, serían vendidas de manera ilegal en viveros ambulantes en el municipio de Querétaro, quienes al ser verificados, los inspeccionados no pudieron acreditar la procedencia legal de los ejemplares “pata de elefante”.
“Son personas que vienen generalmente de Veracruz”, añadió De los Cobos.
Informó que los inspeccionados tienen cinco días para comprobar la procedencia legal de esta flora. En caso de que así lo hagan, las especies se les devolverán. Sin embargo, si no fuera el caso, se iniciará un procedimiento en donde les dan nuevamente 15 días para que presenten sus papeles de adquisición o remisión, dando paso a un juicio.
Especie en peligro
De acuerdo con la Profepa, la categoría “A” (amenazada) establecida en la NOM-059- PROFEPA-2010, son especies que podrían encontrarse en peligro de desaparecer a corto o mediano plazo, por lo que su captura, extracción, acopio y comercialización son castigados con una pena de uno a nueve años de prisión.