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Viridiana tiene 14 años y seis meses de embarazo; a su corta edad, sus estudios de secundaria han sido reemplazados por otro objetivo: emprender la búsqueda de trabajo para alimentar a su hijo; como ella, cerca de 300 menores de edad en San Juan del Río han dejado las aulas para asumir el papel de madres, de acuerdo con datos del sistema municipal DIF.
El caso de Viridiana es complejo, por las precarias condiciones económicas en las que vive; comparte un cuarto de vecindad con sus dos hermanos de 4 y 6 años y con su madre, Adela, quien también se encuentra embarazada, “mi esposo emigró a Estados Unidos, se juntó con otra y allá se quedó, no ve por mis hijos”, comenta la mujer que en dos semanas dará a luz a un futuro varón.
Viridiana ha acudido una sola vez al doctor desde que confirmó su embarazo, la acompañó su madre, quien cuenta con Seguro Popular, pero ahora la menor debe registrarse a este sistema de seguridad, pues para el sector salud ha dejado de ser responsabilidad de su madre a pesar de su corta edad.
La menor estudiaba en la secundaria México, dejó las clases cuando supo que estaba embarazada. En la institución quedaron sus documentos oficiales y la falta de estos le impiden inscribirse al seguro popular.
De acuerdo con el último censo realizado en octubre por la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia (Prodemefa) en el sistema DIF, en San Juan del Río hay 900 madres solteras responsables de todos los gastos de sus hijos; 300 son menores de edad entre los 15 y 17 años, Viridiana una de las más pequeñas en esta condición.
Arturo Campista, procurador de la Defensa del Menor y la Familia, reconoció que más de 90% de las mujeres jóvenes que tienen hijos o están embarazadas, han dejado sus estudios sin intención de retomarlos, pues ven remotas posibilidades de poder trabajar para mantener a sus hijos y continuar con su preparación escolar.
En este mismo caso se encuentra Viridiana, quien sencillamente dejó de estudiar; Adela asegura que los docentes ofrecieron apoyar a su hija para que no desertara, “ella no quiso, a veces piensa en estudiar la escuela abierta pero ahora que tenga a su hijo menos va a poder estudiar”, comenta la mdre.
Desconocen programas sociales
A través del sector salud y de la Secretaría de Desarrollo Social, se ofrecen programas de apoyo a disposición de madres solteras, como el Seguro Popular y el recién anunciado Seguro de Vida para Jefas de Familia, que forma parte de la Cruzada Nacional contra el Hambre; Adela fue beneficiaria del programa Oportunidades, aunque por ahora ha dejado de recibir el apoyo, desconoce si continúa registrada.
A partir de este año, los habitantes de San Juan del Río con carencias extremas comenzarán a recibir los primeros beneficios de la Cruzada Nacional del Hambre, según la Secretaría de Desarrollo Social.
Desde el primer día de agosto a través del DIF Municipal comenzó el prerregistro de madres solteras al Seguro de Jefas de Familia. Sin embargo, ni Viridiana ni su madre Adela, conocen de la existencia de este nuevo programa.
A dos semanas de abierta la ventanilla para el Seguro de Jefas de familia, sólo se han integrado 40 expedientes de posibles candidatas, ninguno corresponde a alguna de las 300 madres adolescentes registradas en el padrón del DIF.
Adolfo Trejo, responsable de la ventanilla de inscripción al Seguro para Jefas de Familias, explicó que una vez que se reciban los documentos de las candidatas, se realizará un estudio socioeconómico para confirmar que requieran del apoyo.
El procurador de la Defensa del Menor reconoce que actualmente más adolescentes desconocen las posibilidades que el sector educativo y de salud les ofrece para poder enfrentar la responsabilidad de ser madres jóvenes.
“El sector educativo tiene apertura para las madres solteras, sin embargo, la mayoría de las menores deja de estudiar por decisión propia, se trata de jovencitas que no cuentan con apoyo económico sus padres no pueden hacerse cargo de los gastos y prefieren trabajar para conseguir el sustento económico de sus hijos”, explica Arturo Campista.
A partir del arranque de prerregistros al Seguro de jefas de Familia, la Prodemefa iniciará un nuevo censo de madres solteras y promoverá entre la población este programa federal para hacer que el apoyo llegue a quienes más lo requieren.
Arturo Campista anticipó un trabajo de campo intenso para ir en busca de las madres jóvenes para hacer llegar la información de este esquema de apoyo correspondiente a “Sin Hambre”, apoyando en esta tarea a la Secretaría de Desarrollo Social.
El encargado de la ventanilla de afiliación anticipó promover el Seguro de vida para jefas de Familia en colonias, comunidades e instituciones educativas donde se tenga un registro de mayor número de madres solteras, en busca de beneficiar a todas las mujeres en esta situación.
El Seguro de vida para Jefas de Familia está dirigido a mujeres de 12 a 68 años con hijos menores de 24 años que dependan de ellas; las mujeres deben comprobar ingresos económicos. Este seguro pretende beneficiar a los hijos, en caso de que sus madres mueran, por ello Adolfo Trejo aclaró que no se trata de la entrega inmediata de recursos.