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Organizarse como lo hacen algunos ciudadanos que dan aventón a otros que van hacia el mismo rumbo puede representar un riesgo para la seguridad, pero ante la falta de un transporte eficiente debe de mejorarse el mismo, afirmó el presidente del Observatorio Ciudadano para la Seguridad, Alejandro Ley Peralta.
A partir del aumento de la tarifa del Sistema Red Q, que pasó de 6.50 a 8.50 pesos, algunos habitantes comenzaron a organizarse a través de las redes sociales para dar aventones a personas que así lo deseen y que les quede de paso su destino, permeando la iniciativa entre la sociedad.
Ante esta creciente situación, el titular del organismo indicó que en este momento ese tipo de acciones pueden ser peligrosas, pues cualquier innovación que no sea planeada puede conllevar algún riesgo.
“Creo que lo que necesitamos cambiar es nuestro punto de vista, porque si queremos realmente movilidad en la ciudad no sólo es responsabilidad del gobierno, sino de todos”, manifestó Ley Peralta.
Comentó que en otras ciudades del mundo las personas se organizan para viajar en solamente un vehículo cuando sus destinos son cercanos, lo que consideró una práctica sana.
Sin embargo, las políticas públicas deben tender al desaliento del uso del automóvil, pero no como prohibición, sino el fomentar un mejor sistema de transporte público.
“La movilidad que se habló mucho con Red Q, pero resultaron los mismos camiones cambiados de color, creo que falta mucho”, aseveró.
Transporte óptimo. Ademas, Ley Peralta sostuvo que el tema de la movilidad también va de la mano con la seguridad.
Consideró que si se planea una ciudad segura, la movilidad debe de ser uno de los puntos importantes, para que ello se conjugue en un buen servicio que llegue a todos los rincones de la ciudad queretana.
“Hoy vemos que todas las rutas pasan por el centro (de la ciudad) y las partes de afuera es muy difícil acceder a ellas con un sólo pasaje. Las ideas que no se han llevado a cabo se tienen que poner en marcha, para poder transportarse con un solo pasaje a cualquier parte de la ciudad”, mencionó el representante del Observatorio Ciudadano para la Seguridad.
Agregó que parte de esa modernización implicaría que existieran estaciones de transferencia, pero pensando en privilegiar en transporte público para darle servicio al ciudadano.
“Hoy el transporte público, está visto como de segunda, privilegiando mucho al automóvil. Esa tendencia no ha beneficiado para una ciudad más segura”, enfatizó.
Puntualizó que les tocará a los próximos gobiernos, tanto al estatal como al municipal, crear una política pública que no sólo resuelva el problema del transporte y la seguridad.
Preocupa inseguridad a usuarios. Muchas de las demandas de la población en torno a Red Q es que luego de las 21:00 horas es complicado abordar una unidad, pues no suelen brindar el servicio a zonas lejanas de la capital, o a las consideradas peligrosas por el número de asaltos que se registran.
Ante ello, los mismos concesionarios, en pasadas ocasiones, manifestaron que lo hacen por su propia seguridad, ya que a los operadores por quitarles el dinero del día han llegado a herirlos con armas blancas.
Cuando precisamente una de las razones de poner en marcha el proyecto Red Q era que los choferes ya no cargaran con dinero en efectivo, implementando una tarjeta de prepago, aunque a la fecha siguen cobrando en efectivo los pasajes.