Los premios Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú y Oscar Arias, afirmaron que la violencia no viene de la sociedad, sino de las estructuras de poder y que en América Latina sin crecimiento sostenido de 5% anual no se podrá ver a un país de la región que logre colarse al primer mundo.
En conferencia de prensa, previo al inicio del evento en dónde se le entregará un reconocimiento al licenciado Alejandro Martí por la labor que ha desempeñado en el tema de ciudadanía y humanidad, y en que estuvo presente también la doctora. Rigoberta Menchú y el señor Óscar Arias, ambos premios Nobel de la Paz, Menchú dijo que es imposible que la violencia solo se vea en el comportamiento de la ciudadanía, ya que este es parte de lo que provocan los sistemas violentos, los poderes, las disputas de espacios y de recursos.
“Sobre todo sabemos de la desigualdad tan profunda que afecta a los jóvenes, a las mujeres, las poblaciones más vulnerables, que son las que no deciden, ni si siquiera por un mínimo porcentaje de la calidad de vida que deberían de tener”.
Explicó que ha compartido a la humanidad la reflexión de que hay un colapso, una pobreza, un deterioro del sistema global institucional y que permite el caos.
Oscar Arias, premio Nobel y ex presidente de Costa Rica, cuestionado sobre lo que los Estados latinoamericanos han dejado de hacer por sus pueblos, comentó que América Latina no es una región exitosa, pues a 200 años de haberse independizado no tiene un país del primer mundo, sólo Chile, con un ingreso per cápita de casi 20 mil dólares, se acerca, mientras que centro y Sudamérica no pueden acercarse a ello.
“América Latina no vio pasar la revolución industrial, la aprovecharon otras naciones, pero los latinoamericanos, no. Y si nos remontamos a épocas más cercanas a nuestros días, hace 70 años México era más rico que Corea del Sur, Nicaragua era más rica que Singapur, y vean lo que ha pasado con esos países”.
En tanto, el gobernador José Calzada Rovirosa, quien acompaño a Sandra Albarrán, presidenta del DIF Estatal y realizadora del evento junto con “Gen M, celebra la vida”, reconoció el trabajo realizado e invitó a reflexionar y a perseguir los sueños por tener un mejor país.
“Este tipo de encuentros manda un mensaje poderos que desde Querétaro llega al sureste mexicano, llega al norte de nuestro país, sueña en el centro, en la capital. Un mensaje que tiene que ver con que la diferencia la hacemos nosotros, de que los mexicanos anhelamos la Paz y de que hay muchas cosas que componer, de que la Paz no es espontanea, la paz se contribuye, que la presencia de cada uno de ustedes en este recinto obedece al deseo de cambiar auténticamente, a ser mejores humanos y respetuosos de nuestras familias y a construir una mejor nación”.