Caminar de Querétaro al Templo del Tepeyac en la Ciudad de México se convirtió en devoción para 244 personas, quienes recibieron de manos del obispo de la Diócesis de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez, medallas por reconocimiento a sus 75, 50 y 25 años de peregrinar.
En la Santa Misa en la que se celebró el sacrificio de los caminantes queretanos fueron entregadas 196 medallas a las personas que este año cumplieron 25 años de peregrinar, 46 medallas a varones por 50 años de ir al Templo del Tepeyac a pie y dos preseas a los peregrinos Cecilio Aguilar y Carmelo Alegría por 75 años por participar en el acto católico.
Cecilio Aguilar comenzó asistir a la peregrinación desde que tenía cinco años, actualmente festeja sus 80 años de vida. Explicó que la primera vez que caminó hasta los pies de la Virgen de Guadalupe lo hizo de la mano de su padre.
“En ese entonces mi padre casi me llevaba cargando en brazos, hoy tengo nueve hijos, hoy ninguno de ellos me acompaña en la peregrinación, pero sí lo hacen cinco de mis nietos. Se siente muy bonito estar aquí hoy y creo que se sentirá mejor los cien”, pronunció el peregrino.
Invitó a los caminantes jóvenes a que mantengan el orden en la columna, que no se separen de ella y que no se adelanten, esto porque la peregrinación -dijo- debe avanzar hasta los pies de la Virgen de María en un solo contingente.
En su oportunidad, Armendáriz Jiménez pronunció ante 26 mil queretanos que las personas que recibieron el reconocimiento son un testimonio de fe, que debe ser testimonio para los hombres y mujeres que se inician en este acto religioso.
“Es muy significativo para la peregrinación que haya personas de 75 años de caminar, porque es el hecho de que alguien se ha propuesto una meta y de alguien que ama a la Virgen María”, externó el obispo queretano.