Por primera vez en la historia de Querétaro los tres poderes del estado reconocieron a las diputadas por ser mujeres.
Al principio nadie sabía bien a bien qué ocurría cuando el diputado Eric Salas interrumpió su discurso para que el maestro de ceremonias felicitara a las diputadas por “su logro” de integrar la primera Legislatura con mayoría femenina.
Una a una las 13 diputadas recogieron su reconocimiento por ser mujeres, porque lograron que votaran por ellas. Luego un video detalló que en este periodo se entregaron 130 iniciativas, de las que 122 fueron propias de los diputados, con lo que descartaban los señalamientos de que el mayor promotor de iniciativas es el ejecutivo.
Salas González presumió también la “austeridad” del legislativo que llevó a los diputados a recortarse 38 mil pesos en su ingreso para dejar su dieta en 47 mil pesos, igual que en los últimos 15 años, a pesar de que los pasados diputados aumentaron su ingreso en 80%.
Alejados de esa austeridad, los diputados locales, diputadas e invitados hicieron gala de sus mejores trajes y maquillistas. Demostraron sus clases de oratoria, se felicitaron unos a otros y se llenaron de halagos.
Durante el discurso de Salas la pantalla en la sala de prensa se volvió azul. Salvo las tapas de algunas botellas, que se veían en color rojo, todo se tornó de un azul intenso, pero minutos después regresó el tono de la pantalla a la normalidad. Luego de los chistes debidos a la mayoría panista.
El informe inició con la intervención de la coordinadora de la fracción legislativa de Morena, diputada Herlinda Vázquez Munguía, quien reconoció que en estos meses de trabajo hubo reclamos sociales por las carencias y la desigualdad en las que vive la mayor parte de la población.
Una de la partes más fuertes de su participación fue cuando se refirió al conflicto de profesores despedidos del Colegio de Bachilleres de Querétaro (Cobaq) y el momento en que denunció que la autonomía del Poder Legislativo se vulneró con la intromisión del Ejecutivo y Legislativo.
La falta de oposición de magistrados, acusó la diputada, es signo de sumisión. La pausa que hizo en ese punto hizo que la audiencia le aplaudiera, aunque fue evidente que algunos no tenían muy claro por qué aplaudían o tal vez no la escucharon.
Minutos después, haciendo uso de todos sus conocimientos de oratoria y declamación, la diputada neoaliancista, María Alemán Muñoz Castillo, enunció los nueve meses de trabajo, la necesidad de rendir cuentas, su compromiso con una agenda legislativa con seis pilares fundamentales: educación salud, seguridad y un presupuesto altamente social.
Con más problemas de dicción para dar su informe, la diputada del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Yolanda Rodríguez Otero, tropezando en las palabras, presumió sus tres iniciativas, agradeció el apoyo del Poder Ejecutivo y exigió proteger Peña Colorada.
Fieles al programa de intervención, el coordinador de la fracción Legislativa del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el diputado Carlos Lázaro Sánchez Tapia se desahogó al afirmar que no es una tarea sencilla ser diputado, pero está decidido a “ser herramienta de transformación”.
Con un discurso más tranquilo, pero lleno de advertencias, la diputada del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Norma Mejía, subrayó la protección a los grupos vulnerables, se dijo vigilante de las autoridades estatales y municipales, porque “estamos otorgando las herramientas que requieren para el modelo de trabajo que impulsan” de manera que esperarán resultados.
La representante del Grupo Legislativo del Partido Acción Nacional (PAN), la diputada María del Carmen Zúñiga Hernández, agradeció a sus compañeros cada una de las iniciativas que consideró más importantes de los panistas. Además se tomó el tiempo de agradecer a las mujeres diputadas para que sigan con su trabajo de manera “complementaria” con sus compañeros.
Al término del informe, las felicitaciones, el orgullo de servir, los compromisos y los abrazos, mientras los trabajadores desmontaban el escenario casi a las 10 de la noche.