Más de mil 800 personas participaron en la primera MegaPosada del Centro Educativo y Cultural del Estado de Querétaro (CECEQ) “Manuel Gómez Morín”, en donde pudieron disfrutar de villancicos, pastorela, títeres, concierto estelar de la Banda de Música del Estado, sin dejar de lado, la alegoría de las piñatas tradicionales para todas las edades.

Los asistentes disfrutaron de las actividades destinadas a preservar una tradición que nos brinda identidad. Haber conocido por parte de quienes vivieron en su niñez lo que es una posada tradicional se convirtió en una nueva experiencia compartida, pues disfrutaron de los cantos para pedir posada en el recorrido representativo del Misterio, coordinado por la Fundación México, Orgullo y Tradición.

Además se realizó un espacio de rifas en el que se repartieron premios para todas las edades.

Por último, se abrió un espacio para oír y bailar al ritmo de la música de diversos géneros a través de un dj.

Esta posada fue posible con la suma de voluntades de diversas instituciones públicas y privadas, tales como: Secretaría de Educación, Legislatura del Estado, Entidad Superior de Fiscalización; Caja Gonzalo Vega, Coca Cola, Clubes Rotarios de Querétaro, Club de Canaricultores de Querétaro, Tacos El Pata, Hotel Misión Juriquilla, Reporte Querétaro y Grupo 1 Scouts de México.

Con este tipo de actividades se abre la oportunidad para que de manera incluyente, la sociedad disfrute al máximo los espacios públicos que han sido construidos con el fin de propiciar ambientes de sana convivencia en un ambiente familiar.

Jorge Cervantes Acosta, coordinador de Apoyos Institucionales en representación del secretario de Educación, José Alfredo Botello Montes, agradeció a los asistentes su presencia y reiteró el compromiso del Gobierno del estado a detonar los espacios públicos al tiempo que deseó felices fiestas a todas las familias.

Por su parte, el CECEQ “Manuel Gómez Morín” hizo público el agradecimiento y reconocimiento al maestro Aurelio Olvera Montaño y a la Banda del Estado de Querétaro por los conciertos ofrecidos durante los Domingos Familiares de este concluyente 2016.

Antecedentes. Los misioneros españoles que llegaron a México a finales del siglo 16, aprovecharon estas costumbres religiosas para inculcar en los indígenas el espíritu evangélico y dieron a las fiestas aztecas un sentido cristiano, lo que serviría como preparación para recibir a Jesús en su corazón el día de Navidad.

En 1587 el superior del convento de San Agustín de Acolman, fray Diego de Soria obtuvo del Papa Sixto V un permiso que autorizaba en la nueva España la celebración de unas misas llamadas “aguinaldos”; del 16 al 24 de diciembre. En estas Misas, se intercalaban pasajes y escenas de la Navidad. Para hacerlas más atractivas y amenas, se les agregaron luces de bengala, cohetes y villancicos y posteriormente, la piñata.

En San Agustín de Acolman, con los misioneros agustinos, fue donde tuvieron origen las posadas.

Los misioneros convocaban al pueblo al atrio de las iglesias y conventos y ahí rezaban una novena, que se iniciaba con el rezo del Santo Rosario, acompañada de cantos y representaciones basadas en el Evangelio, como recordatorio de la espera del Niño y del peregrinar de José y María de Nazaret a Belén para empadronarse.

Las posadas se llevaban a cabo los nueve días previos a la Navidad, simbolizando los nueve meses de espera de María. Al terminar, los monjes repartían a los asistentes fruta y dulces como signo de las gracias que recibían aquellos que aceptaban la doctrina de Jesús.

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