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En el municipio de Corregidora se ha detectado la venta clandestina de bebidas alcohólicas, las cuales se comercializan principalmente en casas habitación ubicadas en comunidades rurales y en la periferia del ayuntamiento, de acuerdo con el titular de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (Sedesu), Carlos Garza Adame.
Asentó que en lo que va de la administración se han descubierto cuatro casos, en donde se ha visto la participación de la ciudadanía, quienes han puesto en alerta a las autoridades a través de denuncias telefónicas. Además, se llevan a cabo inspecciones y rondines por parte de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM).
“En Corregidora como en muchas partes del estado se presenta este fenómeno esporádicamente, normalmente donde hemos detectado ha sido en las zonas rurales y en algunas colonias de la periferia del municipio. La ley nos faculta para inspeccionar cuando tenemos ese reporte o de manera regular, pudiendo clausurar o decomisar el material o los productos que están vendiendo de manera ilegal”, manifestó Garza Adame.
El funcionario municipal detalló que en la mayoría de los casos se procede a decomisar las bebidas que están almacenadas en las casas habitación, lugar en donde se venden, por lo que la autoridad está impedida para clausurar el lugar.
“No son cantidades mayores, normalmente se trata de cinco cartones de cerveza o cuatro botellas de licores, aun así no cuentan con la licencia de alcohol, que es parte de la facultad del estado y entonces lo venden de manera clandestina, ilegal, muchas veces en horarios que molestan a los vecinos e incluso que se comercializan a menores de edad”, aseguró el titular de la Sedesu municipal.
De los cuatro casos que tiene detectados la dependencia, dos han sido en la cabecera municipal y los otros dos en comunidades rurales de la demarcación, en donde se ha logrado la detención de algunas personas que son puestas a disposición del Ministerio Público, instancia encargada de determina las sanciones, dependiendo de la gravedad del caso y de la cuantía que se decomisó.
“La bebidas las almacenamos, porque constituye una prueba para las autoridades de la Procuraduría, una vez que terminan las investigaciones, se pone a disposición de la autoridad. Es un fenómeno difícil de erradicar, ya que finalmente la gente va a recurrir a veces a cometer delitos como este para tener lucros y los que compran para consumir más barato, pero la ciudadanía debe estar pendiente y denunciar estos hechos”, comentó.
De acuerdo con lo estipulado en el Libro Segundo del Código Penal para el estado de Querétaro, en su parte especial, artículo 221 Bis, se establece que: “Al que realice actividades de almacenaje, venta o porteo de bebidas alcohólicas sin contar con la licencia o permiso correspondiente vigente, expedido por la autoridad competente, o bien no corresponda al domicilio del establecimiento o lugar señalado en dicho documento, en los términos de la ley de la materia, se le sancionará con prisión de dos a siete años y hasta 600 días de salario mínimo de multa”.