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La contaminación que generan los hornos de ladrillos en San Nicolás, Tequisquiapan requiere de una solución integral que responda primordialmente a un problema social, aseveró el investigador de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Raúl Francisco Pineda López.
Las ladrilleras que queman basura para su funcionamiento, además de generar problemas ambientales, son reflejo del nivel socioeconómico bajo de las personas que laboran en los hornos, apunto el experto.
“El problema más que ser ambiental, es social. La alternativa para estas personas es el control de los materiales de combustión o la conversión de los hornos hacia otro tipo de material que se pueda quemar, o la misma construcción de los hornos”, lamentó el catedrático de la Facultad de Ciencias Naturales.
Aseguró que el cambio de tecnología debe estar acompañado de gestiones de índole social, pues la idiosincrasia de los pobladores influye en que no opten por alternativas de funcionamiento de sus hornos.
Optar por un cambio tecnológico, dijo, propicia desconfianza entre los ladrilleros, quienes percibirían un declive en la calidad del material.
Además, dichas alternativas requieren de elevadas inversiones que no son posibles cubrir por el trabajador de hornos, pues las carencias económicas que delinean su vida imposibilitarían que paguen innovaciones tecnológicas de mayor costo, o materiales de combustión amigables con el ambiente.
Pineda explicó que la contaminación generada es un gran problema que repercute en la salud de quienes trabajan en dicho sitio: “Hay muchas enfermedades relacionadas con las ladrilleras; pero las principales afectaciones son de tipo pulmonar por el esparcimiento de partículas, pero la otra es que puede ser causa de cáncer”.
Por lo anterior, calificó como prioritario que se trabaje en materia social, para conocer los requerimientos, inquietudes y necesidades de las loa habitantes de la zona, pues enfatizó que “es un problema bastante fuerte”.
Refirió que dicho proceso de evolución se constituye de una primera labor: “Que la gente tenga la voluntad de cambio; pero se necesita de mucho trabajo social para poder solucionar este problema”.
En San Nicolás, Tequisquiapan, se sitúa 49.6% de los hornos que hay en el estado de Querétaro; es decir, 273 de 550, de acuerdo con información proporcionada por el procurador del Medio Ambiente y Desarrollo Urbano de Querétaro, Alfredo Zepeda Garrido.
La administración municipal de Tequisquiapan ha informado el inicio de un proyecto piloto de hornos ecológicos en la localidad de San Nicolás; con lo que prevén realizar una trasferencia tecnológica.