Evitar enfermedades crónico-degenerativas como hipertensión arterial o diabetes, así como obesidad y desnutrición, entre otras, es una tarea que debe trabajarse desde el núcleo familiar en coordinación con las instancias correspondientes, demandó el coordinador de Programas Alimentarios del DIF Municipal de Querétaro, Rubén Vargas, quien reveló que actualmente en la capital, de un padrón de 12 mil 700 niños, por lo menos el 30% sufre de obesidad.
Consideró que en la capital, tanto la obesidad como la desnutrición y otras deficiencias alimentarias, más que por rezago alimenticio, se debe a una mala praxis de alimentación en la que se cae, principalmente en las zonas alejadas de la zona metropolitana.
“Se trata más bien de aprender a comer, nosotros en las aulas-cocinas enseñamos a comer.
Recalcar que el municipio de Querétaro no tiene rezago alimentario como otras entidades, Querétaro es un estado privilegiado y no tenemos ese problema, por ello tenemos el programa de complemento nutricional donde enseñamos a las madres de familia cómo alimentar a sus hijos”, explicó el coordinador.