Luego de que ayer llegara al municipio de Jalpan la cuarta caravana de migrantes de la diócesis de Querétaro, el obispo monseñor Faustino Armendáriz Jiménez invitó a los paisanos queretanos a agradecer a Dios por todas las bendiciones recibidas durante el tiempo que han permanecido lejos de su familia y país, al destacar que se han alejado de su patria en busca de una mejor calidad de vida.
El lema de la caravana de este 2013 fue “Todos migrantes unidos en la fe”, donde se encontraron connacionales queretanos quienes iniciaron su recorrido ayer a las 5:30 horas en Laredo, llegando a las 21:00 horas al atrio de la Parroquia de Santiago, en Jalpan.
El obispo les envió un abrazo fraternal, deseándoles que al encontrarse con sus familiares y amigos renueven la esperanza cristiana para vivir con un corazón alegre, con la gracia y la vida en Dios.
Destacó que la motivación a emigrar fue con la finalidad de vivir una vida mucho mejor, aunque en esta oportunidad — dijo— sea en un clima de duro trabajo, de la soledad, del dolor, de la enfermedad y del hecho de sentirse extranjeros.
“No debemos olvidar que lo más importante en nuestra peregrinación por esta tierra será siempre la búsqueda de los bienes espirituales, el papa Francisco nos lo ha dicho, nuestro corazón desea algo más que no es simplemente un conocer más o tener más, sino que es sobre todo un ser más”, aseveró.
Les pidió valorar las tradiciones y la cultura que han recibido y heredado de sus padres, principalmente el don de la fe, así como fortalecer las bases de su vida cristiana.
“Quiero decirle a cada uno de ustedes que en este caminar la Iglesia les acompaña y les acoge con grande alegría y con gran esperanza, pues confía en que ustedes sabrán custodiar los valores que han recibido como un tesoro invaluable”.