Más Información
La angustia que esposa, hijos y hermanos han sufrido por no saber del paradero de Sergio Rubio Hernández —migrante queretano desaparecido en su trayecto a Estados Unidos— se ha vuelto insoportable durante día y noche por 27 días, expresó el hermano del desaparecido, Edihe Rubio Hernández.
No obstante, la familia Rubio Hernández no pierde la esperanza de que su hermano llame por teléfono de alguna parte de EU, o México, para confirmar que se encuentra a salvo.
“A mi hermano tal parece que se lo tragó la tierra, nadie sabe alguna pista de él, ni a aquí en México, ni en los Estados Unidos. La verdad es que estamos como al principio: no sabemos nada y cuando pensamos que puede ser una pista, siempre termina en el último lugar que lo vieron, sin más información”, lamentó el familiar.
Hasta ahora, ninguna autoridad federal, estatal o municipal da a la familia información que lleve al lugar en el que se encuentra Sergio, por lo que han decidido tocar puertas en instituciones y asociaciones que se dedican a la búsqueda de migrantes que desaparecen en algún lugar de EU.
Al enfermar lo abandonaron
Sergio es oriundo del municipio de Landa de Matamoros. Partió en compañía de cinco personas más a EU, pero al llegar a la frontera enfermó, y sus acompañantes decidieron abandonarlo, antes de quedarse con él y perder la oportunidad de ofrecer a sus familias una mejor calidad de vida; desde entonces no se conoce su ubicación.
A pesar que los trabajos de búsqueda se han coordinado entre el municipio de Landa de Matamoros y autoridades migratorias de EU a poco de un mes no se cuenta con información de Sergio.
“Yo ya no sé a quién creerle. Las autoridades dicen que no está detenido por autoridades migratorias, pero si no está ahí, no sé cuál pueda ser el paradero de mi hermano, y la verdad yo sé que está bien, con vida. Lo que creo es que se encuentra en un lugar en el que no se puede comunicar”, externó Edihe Rubio Hernández.
Sergio partió a EU, dejando atrás a su esposa y dos hijos, uno de 19 años de edad, y otro de 14 años, quienes no pierden la esperanza de encontrar a su padre con vida. “Yo no voy a perder la esperanza, y lo seguiré buscando, a estas alturas a veces no sé qué pensar, yo pienso que lo tienen migración y que no lo quiere soltar. Yo les hago un llamado a que reflexione que hay una familia entera buscando a esa persona, que tal vez para ellos no signifique nada”, concluyó.
