Metrópoli

Queda pendiente el sexoservicio en municipio

21/09/2012 |12:27
Redacción Querétaro
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Uno de los pendientes que se dejará a la siguiente administración será la reubicación de las personas dedicadas al sexoservicio, que actualmente se encuentran en la avenida Universidad frente al Río Ayutla, a unos pasos de la escuela primaria Centenario y cerca de la Universidad Autónoma de Querétaro. De acuerdo con el secretario de Gobierno del municipio de Querétaro, Jesús Carlos Hernández Martínez señaló que durante la presente administración no se pudo regular este problema. El funcionario indicó que cada una de las organizaciones que hay de sexoservidoras en la capital tiene contabilizadas a las personas que desempeñan este oficio y en la presidencia municipal se tiene un padrón de 300 ciudadanos. Sin embargo Mónica Mendoza titular de la agrupación Mujeres Libertad, informó en días pasados que el número de personas dedicadas al sexoservicio iba en aumento, principalmente en la capital queretana. “Una población calculada en alrededor de 9 mil personas, de las cuales poco más de 7 mil son mujeres, y el resto hombres o transgéneros” indicó la lideresa por lo que solicitó se les designará un espacio adecuado para poder realizar su trabajo. El secretario de Gobierno municipal indicó que este tema “ciertamente” no se definió de manera oportuna, además de recordar que de los lugares que se habían planteado para colocar la “nueva zona de tolerancia”, solamente quedó uno que se encuentra en la comunidad de Tlacote, por lo que no prosperó, indicando que este tema “es una de las cosas en las que se tendrá que trabajar para resolverlo”. Hernández Martínez añadió el municipio tenía el plan de donar el terreno en esa zona para que las sexoservidoras fueran reubicadas y que los empresarios realizarán la construcción; sin embargo no se logró conjuntar las voluntades de quienes participarían en este esquema. Señaló que el lugar o los lugares en donde se piense reubicar a las trabajadoras sexuales deben reunir ciertas características como el hecho de no afectar a la ciudadanía, la cual difícilmente acepta estas prácticas.