El alcalde de Pañamiller, Aldo García, acudió a la capital del estado con el fin de gestionar recursos para enfrentar los daños que ocasionaron las lluvias, los cuales ascienden a 3 millones 600 mil pesos, según la estimación de autoridades peñamillerenses.
Un total de 10 viviendas afectadas en la comunidad de Río Blanco requieren de 1.1 millones de pesos, y 30 comunidades en la ribera del río Extoraz que vieron afectadas 200 hectáreas de parcelas, necesitan 2.5 millones de pesos para su limpieza. “Acudimos con el secretario de Planeación y Finanzas y también estamos viendo con Sedesol para ver de qué manera nos pueden apoyar, lo primero es atender las viviendas dañadas porque no queremos una contingencia mayor”, dijo García.
Las precipitaciones provocaron daños en 10 casas para las que se requiere un millón 100 mil pesos.
“Para vivienda y caminos afectados son alrededor de 1.1 millones de pesos y para la ribera del río son 2.5 millones de pesos; es lo que se requiere para salir adelante”.
Son 10 familias, lo que implica que fueron afectadas 40 personas, a quienes no ha sido necesario evacuar, sin embargo, se requiere una reparación pronta para evitar daños mayores, toda vez que se prevé que las precipitaciones sigan.
“Nosotros ya hicimos un levantamiento, hicimos un recorrido por todas las comunidades, se tiene un diagnóstico y en el caso del campo no hay tanta preocupación porque lo que hay que hacer es limpieza, pero sí se requiere más dinero”.
En cuanto a las comunidades de la ribera del río Extoraz, explicó que los daños están relacionados con 200 hectáreas de cultivo, sin embargo, no hay pérdidas de producto; aún no empezaba la siembra en esa zona.
Lo que sí se requiere es la limpieza del área para poder tener lista la tierra y que las familias comiencen la siembra. “En el Río Extoraz, desde Adjuntas de Guillén a El Paraíso, sí salieron dañadas; tan solo para poder nosotros desazolvar requerimos de 2 millones y medio, las comunidades tienen daños pero solo en parcela”.
Un total de 100 productores se verían afectados de no iniciar en tiempo la siembra, muchos de ellos la usan para el autoconsumo, semillas como maíz, frijol y cacahuate. “Tenemos que trabajar porque hay gente que sí vive de esta siembra (…) las milpas no estaban sembradas porque apenas iba a ser el temporal”, dijo.