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Aunque existen programas para dar empleo a ex presidiarios, ellos no los utilizan, informó Alfonso Jiménez Campos, subsecretario de Gobierno. Dijo que tras salir de la cárcel, la mayoría opta por el autoempleo.
Autoridades federales y estatales tienen un convenio de colaboración con cámaras empresariales queretanas para dar empleo a personas que salieron de los Centros de Reinserción Social (CERESO).
Seis meses antes de su egreso, los internos son capacitados para poder cumplir con perfiles que son requeridos en el mercado laboral, lo que les asegura un espacio en el sector productivo; este programa es operado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, la Secretaría del Trabajo en el estado y el Servicio Nacional y Estatal de Empleo:
“Hay un programa coordinado por instancias federales y estatales junto con el área Pospenitenciaria de Reinserción Social, y a través de ellos invitamos a los internos que están próximos a salir, un programa de seis meses y se les invita a hacer un programa de capacitación para el trabajo en materia de oficios para integrarlos en el sector laboral”.
Sin embargo, reconoció que muy pocos internos han hecho uso de este recurso, pese a que les garantiza un espacio laboral con prestaciones de ley y sueldo asegurado.
“No tenemos un dato, porque la realidad es que a través de este programa el resultado ha sido muy corto; no se acercan los internos porque no es obligatorio, se acercan muy pocos, el año pasado se habían establecido 35 internos en todo el año los que habían ingresado a través de este programa al sector laboral, la mayoría se autoemplean”.
Los convenios están hechos con las Cámaras empresariales de Querétaro, quienes a su vez vinculan a sus empresas a estos programas; entre las que participan están la Cámara Nacional de Comercio y de la Industria de la Transformación (Canaco y Canacintra, respectivamente) así como la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
En cuanto al trabajo realizado durante la encarcelación, se reporta que 95% de los internos laboran en las actividades de los Ceresos; quienes participan de talleres, oficios y manualidades cuyos objetos son comercializados en el exterior.
Programa de desintoxació. En cuanto a las personas que son condenadas y que ingresan a los centros penitenciarios, se estima que 10% presenta algún problema de adicción, principalmente alcoholismo; de manera que se establece un programa de desintoxicación:
“Todos los que ingresan que son condenados pasan por un módulo en donde se hace la observación y clasificación y aquellos que están con alguna adicción se les hace un plan especial para tratar de desintoxicarlos, diario entran y diario salen. Fundamentalmente es alcoholismo, un 10% de los que ingresan tienen adicciones”.