En Corregidora serán retirados alrededor de 30 franeleros, o “viene-viene”, que obstruyen la vía pública. En el momento en que sean sorprendidos colocando conos, botes o huacales para “apartar lugares”, se harán acreedores a una multa de entre 15 y 25 salarios mínimos.

De acuerdo con el Reglamento Estatal de Tránsito, en su artículo 66, es ilícito apartar u obstruir un lugar con artículos en la vía pública: “Está prohibido arrojar, depositar o abandonar sobre la vía pública objetos, vehículos, materia o basura, así como deteriorar la vía pública o sus instalaciones, produciendo en ellas o en sus inmediaciones efectos que modifiquen las condiciones apropiadas para circular, detener o estacionar los vehículos automotores”, establece.

El retiro de los franeleros será realizado por elementos de Tránsito. El secretario de Seguridad Pública, Ángel Rangel Nieves, aseguró que todas estas personas violan el Reglamento Estatal de Tránsito y por ello serán elementos de la corporación quienes los inviten a retirarse.

“Lo que hacemos es aplicar la norma, porque el Reglamento de Tránsito del estado así lo prevé. Apartar u obstruir un lugar con artículos en la vía pública no está permitido, por lo mismo nosotros sólo llevamos a cabo la aplicación de la norma. Algunas personas que se vieron afectadas se opusieron, pero nosotros lo que estamos haciendo es aplicar el reglamento y si algunas personas se ven afectadas, pues lo sentimos mucho, pero no se puede realizar este tipo de cosas”, señaló el funcionario.

Franeleros en zonas hospitalarias

Con una ganancia que oscila entre los 80 y 130 pesos diarios, Miguel Luna, de 62 años, es el encargado de apartar los lugares de estacionamiento frente de la clínica del Seguro Social de El Pueblito, en el municipio de Corregidora.

Sus principales “clientes” son médicos y enfermeras que trabajan en esta unidad hospitalaria.

Desde que inició operaciones la Unidad Médica en El Pueblito, en 2003, como Miguel Luna no tenía trabajo en ese momento y vivir en las cercanías de la Clínica, decidió comenzar a apartar los lugares en la vía pública para solventar sus gastos.

“Pues comencé con sólo cinco espacios, pero ahora ya abarco casi toda la calle. Mis clientes me piden que les guarde los lugares más cercanos a la clínica, por lo mismo llego desde bien temprano a colocar mis cajas de plástico y los conos. También aprovecho para darle una barrida a los lugares de estacionamiento, porque con tanto borracho y la gente que pasa se llena de basura”, comentó.

“Aquí yo les aparto sus lugares a los médicos, las enfermeras y alguna que otra secretaria que llega a trabajar, para que siempre tengan un lugar en donde estacionar su coche. Me dan entre 15 y 20 pesos. Son como 10 o 15 coches los que cuido y les guardo su lugar. A las dos de la tarde termino mi trabajo y me voy a mi casa para descansar después de acomodar y a veces lavar los coches”, concluyó el franelero Miguel Luna.

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