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Este viernes 25 de marzo, fecha en que se celebra el Viernes Santo, se llevará a cabo la Procesión del Silencio en el Centro Histórico, evento litúrgico iniciado en 1966 en la ciudad de Querétaro y que este 2016 cumple 50 años de realizarse.
De acuerdo con el vicario general de la Diócesis de Querétaro, Martin Lara Becerril, este acto concebido como de piedad, en donde se celebra litúrgicamente la muerte de Jesús, es una procesión en donde se medita desde el silencio del corazón la muerte de Jesús.
“Es un caminar en donde se trata de imitar el camino que Jesús hizo hacia la Cruz y en donde entrega su vida, un camino en donde se va reflexionando, precisamente sobre la pasión y muerte del señor Jesús, y el silencio es el mejor modo en el que el hombre puede escuchar y como Dios se puede comunicar con el hombre”, acotó.
En este sentido, destacó que dicha procesión que este 2016, cumple un siglo de vida, es una gran bendición para la Diócesis, al ser testigo de estos 50 años de una celebración queretana, y con ello la apertura para un nuevo ciclo de vida nuevo y diferente.
“Hacemos la invitación a los habitantes de Querétaro, para que con motivo de estos 50 años de la Procesión del Silencio, participen de una manera plena y consiente y sobre todo que participen y disfruten este recorrido de Jesús a través de su pasión dolorosa, con la meditación, porque por eso es el silencio”, dijo.
Al respeto, Joel León Escamilla, del Área de Proyectos del Patronato de las fiestas del estado de Querétaro, comentó que la Procesión del Silencio, está conformada por dos agrupaciones y una hermandad independiente: las hermandades de la Cruz, de Santa Anna y la Hermandad del señor de la Piedad de la parroquia de San Agustín del Retablo.
Comentó que fue en 1966 cuando se inició esta tradición, una primera Procesión del silencio conformada por 35 personas, con un recorrido en el Atrio y Jardín del Templo de la Santa Cruz, sin embargo, a partir de esta fecha, fue un acto que se ha realizado de forma anual durante la Semana Santa.
Agregó que la procesión fue organizada por el padre Ernesto Espitia en colaboración de la capillania del padre José Morales Flores, promotores e impulsores de este evento religioso, por lo cual, actualmente la labor del Patronato es de acercamiento y apoyo.
