Los pequeños danzantes ejecutan sus pasos y coreografías ante cientos de turistas que se dan cita en el jardín principal del pueblo mágico de Bernal. Al ritmo del tambor bailan, no sin antes pedir permiso a la madre tierra, a quien también agradecen la comida que da a los seres vivos.

Ángel Román o Chalchutecutli, Señor del Jade, explica que lleva poco más de dos años en la danza. Hace año y medio inició el grupo de danza con los niños y se fueron acercando poco a poco.

El grupo se llama Tepochcalli Quetzalcoatl, que significa “Casa de jóvenes de conocimiento”. Actualmente son 23 menores quienes integran este grupo de danza, pero como el puente y la festividad se recorrió, muchos de los integrantes no pudieron asistir.

“Nosotros pertenecemos ahorita a la casa de la cultura de Ezequiel Montes. Los niños van a aprender, muchos conocimientos. Ellos han realizado todas las herramientas que usan, desde sus coyoleras, brazaletes, collares, todo eso se les ha enseñado a elaborarlo”, apunta.

Los jóvenes danzantes han terminado su participación en las ceremonias del equinoccio de primavera 2018. Sus frentes sudorosas brillan a los rayos del sol. Se dirigen a la sombra de unos árboles, no sin antes pasar por una botellas de agua.

Su participación fue ovacionada por quienes acuden a la plaza principal de Bernal.

Ángel señala que trabajan durante toda la semana, lunes, miércoles y viernes ensayan dos horas diarias, mientras que martes y jueves se dedican a elaborar artículos de piel, pintar la manta de su vestuario, mientras que el fin de semana son descansos o danzan cuando los invitan.

Precisa que han visitado varios puntos del estado y de entidades vecinas, pues su fama poco a poco crece. Incluso, en su aniversario en octubre pasado, recibieron la visita de varios grupos de danzantes de otros estados.

Los menores caminan de un lado a otro, mientras esperan para saber si volverán a danzar o con la poco más de media hora que lo hicieron fue suficiente por ese día.

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