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La falta de oportunidades para emplearse y la dificultad económica por la que atravesaba su familia, obligó a los hermanos Javier y Graciela Robles Padilla a dedicarse al comercio como una forma de subsistir.
Los hermanos, provenientes de la comunidad La Versolilla, ubicada en la delegación Santa Rosa Jáuregui se dedican desde hace tres años a la comercialización de tepache y cócteles de fruta en el tianguis que cada domingo se instala en inmediaciones del mercado de la Cruz.
El tepache es una bebida obtenida de la fermentación de los azúcares de alguna fruta —generalmente cáscaras de piña— y azúcar o piloncillo por aproximadamente 10 a 15 días. También conocido como chicha en algunos países del centro y el sur de América.
Javier tiene de 23 años y explicó que se dedicó a la venta de esta bebida como una oportunidad ante su carencia de estudios, ya que solo alcanzó a terminar la secundaria.
Indicó que la bebida la adquiere en la comunidad La Gotera y por 20 litros de tepache llega a pagar 80 pesos y esa cantidad de la bebida la vende en un fin de semana.
Lo comercializa principalmente en el Centro Histórico de la ciudad a 20 pesos el litro.
“Yo soy de La Versolilla pero enfrente de mi comunidad esta otra que se llama La Gotera, ahí compro el tepache. Compro un bote de 20 litros, pero depende mucho del clima, por ejemplo, si hace calor se vendé todo, pero sí hace frío o está templado se vende sólo la mitad de la mercancía”, explicó.
Javier Robles señaló que comenzó a comerciar fruta y agua de coco al exterior de las escuelas, de lunes a viernes, en una carretilla y después incorporó el tepache; sin embargo, reconoció que los fines de semana es cuando más vende la bebida.
“El Tepache es lo que más se vende, pero no puedo venderlo entre semana en las escuelas porque es muy complicado, pero definitivamente los fines de semana sí se ve la diferencia, por lo regular se termina”, narró el joven.
La falta de oportunidades para emplearse en su comunidad ocasionó que se dedicará a salir y buscar una forma de ingreso económico.
“Vengo a comerciar aquí porque es céntrico, las personas vienen de compras y allá son pueblitos en los que la gente tiene que salir a trabajar, no se queda allá. En La Versolilla hay muy poco trabajo, como el 70% de los que vivimos allá tenemos que salir de nuestro lugar de origen para buscarle en otros lados, incluso en estados como Jalisco, Michoacán, Guerrero”, lamentó.
Por su parte, Graciela indicó que el comercio ha significado una oportunidad para salir adelante y conseguir el sustento familiar. “Para nosotros dedicarnos a esto es una oportunidad, es nuestra fuente de trabajo. Tal vez no se gane mucho, pero para nosotros que no tenemos estudios y que vivimos en un lugar donde no hay empresas que te empleen, es nuestra salida".
Los hermanos coincidieron en que a pesar de que las ventas son buenas, lo que perciben por la venta de tepache no les es suficiente para sostener a su familia y en ocasiones tienen que hacer trabajo extra para complementar su ingreso.
“Pues uno va viviendo al día, a veces alcanza, otras veces no, y pues lo único que pues hacer es trabajar más. La verdad que en ocasiones me veo obligado a pedir un poco (de producto) para que me alcance y sacar la semana”, indicó Javier.
De acuerdo con datos obtenidos del portal de internet Foro-México, la comunidad de La Versolilla tiene una población de mil 713 habitantes, mientras que las personas económicamente activas son al rededor de 385 (24.66%).