Luego de que los abogados del empresario Enrique Borbolla García, solicitaran un plazo de setenta y dos horas para analizar su el caso de su cliente después de que fuera puesto a disposición del abogado que lo reclamaba, este plazo se venció y de acuerdo a la ley, se le dictó formal prisión; por lo que a partir de ayer jueves 21 de agosto, enfrentará su proceso desde el interior del Centro de Reinserción Social (CERESO) en San José el Alto, Querétaro.
Enrique Borbolla García, presidente de grupo Ebor, enfrenta una denuncia penal interpuesta en su contra en el estado de Quintana Roo, donde presuntamente el hoy inculpado pudo haber llevado a cabo una actividad constitutiva de delito al realizar la venta de una aeronave, por un costo estimado a los 2.5 millones de dólares; sin embargo esta venta nunca fue entregada.
De igual forma y de manera extra oficial, se sabe que el mismo empresario, es buscado en el estado de Michoacán por otro delito similar, al presuntamente haber realizado un fraude a constructores con los que se había “asociado” para construir una torre médica en una exclusiva zona de Morelia y donde se dice se le solicita la cantidad de 25 millones de pesos.
Cabe recordar que el hoy interno en el CERESO de San José el Alto, fue detenido por elementos de la Policía de Investigación del Delito adscritos a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Querétaro, el pasado viernes 14 de agosto, luego de que se cumplimentara una orden de aprensión al ser acusado por el delito de fraude en su modalidad de maquinado.
Una vez puesto a disposición del Juez competente, el inculpado actualmente se encuentra recluido en el Centro de Reinserción Social San José el Alto en el estado de Querétaro, por lo que de acuerdo a la ley, se le impide el derecho a fianza por la modalidad del delito que se le acusa.
El presidente de grupo EBOR, fue asegurado cerca de las nueve de la mañana del día viernes 15 de agosto, cuando a bordo de su vehículo, y escoltado por dos camionetas de su equipo de seguridad, salía del residencial El Campanario, por lo que fue en esos momentos cuando los investigadores les marcaron el alto e informaron sobre lo sucedido, para posteriormente ser asegurado.