Ayer miércoles comenzó la segunda etapa de subasta pública de 78 predios, mismos que tienen 10% de descuento en su valor comercial. Esta fase termina el 3 de octubre.

Se trata del paquete de predios que fueron enajenados en la sesión de cabildo del 1 de julio pasado, en donde se acordó desincorporar y vender 111 predios considerados no estratégicos para la administración, de ellos, 31 se adjudicación de manera directa y 80 por subasta.

Además, seis de esos terrenos ya fueron vendidos, logrando un ingreso de 31.6 millones de pesos, cuatro de ellos por adjudicación directa y dos por subasta; aún están pendientes de venta 105 sitios: 27 por venta directa y 78 por subasta.

“Entramos en la siguiente etapa de subasta, que implica un 10% menor al costo del valor comercial que se propuso en cada predio; el proyecto catastralmente tiene un costo de 255 millones de pesos, el valor comercial es de 415 millones”, señaló el alcalde de Querétaro, Marcos Aguilar.

La Secretaría de Administración, que encabeza la venta, organiza una tercera etapa en la subasta, donde bajará 20% el valor de los predios, siendo la última fase; los predios que no se vendan para entonces, se darán por adjudicación directa, explicó.

En sesión Cabildo se aprobó la desincorporación de los terrenos, así como el cambio de uso de suelo en varios de ellos, para incrementar su valor, principalmente con permisos de tipo comercial.

“La proyección que hemos puesto sobre la mesa se está cumpliendo y hay muchos interesados en participar; sin embargo, están esperando que los precios puedan mejorarse, y vamos esperar, porque hay predios que son competitivos comercialmente”, señaló.

Recordó que el objetivo mínimo es lograr una recaudación de 370 millones de pesos, para costear la ampliación de la carretera a Mompaní y 26 obras de infraestructura pluvial.

La obra de Paseo Mompaní está en ejecución, la costea la empresa Construcciones y Desarrollos Inmobiliarios Santa Fe en 235 millones de pesos y será entregada (y pagada) en mayo de 2017.

El resto del dinero se usará para obras consideradas urgentes de infraestructura pluvial, que ayudarán a disminuir riesgos de inundación.

Dichas obras comenzarán a ejecutarse después del 15 de noviembre, cuando termine oficialmente la temporada de lluvias en el país.

“Son 26 puntos críticos de infraestructura pluvial, en donde ha habido inundaciones en la zona urbana, estamos en un periodo último de validación con el gobierno estatal para que haya coincidencia en las obras que eviten las afectaciones de este año”, concluyó.

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